Ayer aparecía en Barcelona la noticia de que el Manchester City estaba interesado en la contratación de Sergio Busquets. No era la primera vez. De hecho, no es el primer jugador que tantea el club citizen, que ya lo intentó hace semanas con Cesc Fàbregas cuando el jugador de Arenys no pasaba por su mejor momento como azulgrana.
Todo tiene un motivo. El director general del Manchester City es Ferran Soriano, exvicepresidente azulgrana en la etapa de Laporta. Y Sandro Rosell anda muy mosqueado con él. "El Manchester City nos quiere quitar jugadores y quiere desestabilizarnos", ha declarado.
"Somos el enemigo a batir. También lo hace el Arsenal. Hay mucha gente que no quiere que el Barça vaya bien y quiere que no gane", continúa el presidente, que ha tratado de tranquilizar a los aficionados. "Debemos estar tranquilos. Busquets es otro ejemplo como Messi, Valdés, Xavi, Puyol y el resto. Tenemos una maravilla de jugadores y cuando les llaman dicen que son del Barça de verdad".
No hay que olvidar que el City ya se llevó a Yaya Touré, titular en el Barcelona, en el verano de 2010. Y es que por mucha fidelidad que haya, cuando hay dinero en grandes cantidades de por medio, la cosa puede cambiar. Y esa es precisamente la mejor arma del Manchester City.