Pep Guardiola pidió la salida de cuatro futbolistas de la primera plantilla para continuar en el Barcelona. Eso es al menos lo que asegura el agente de futbolistas François Gallardo, en unas declaraciones que recoge Eurosport. "Guardiola puso unas condiciones a Rosell para renovar", afirma Gallardo, "que no fueron atendidas".
Entre ellas, al parecer, estaba la salida de varios futbolistas de peso: Gerard Piqué, Cesc Fàbregas, David Villa y Dani Alves. El último es quizá el único que no sorprende, pues ya planearon muchas dudas sobre él a final de temporada, y sólo la llegada de Vilanova permitió su continuidad.
Pero sí lo hacen los otros tres. Sobre todo, Cesc Fàbregas, el gran deseo del entrenador y del club la temporada pasada, y que acababa de cumplir su primer año como azulgrana. Según Gallardo, Pep sentía que el de Arenys "le había fallado" con su actitud, y por eso no quería su continuidad.
Algo similar sucedía con Gerard Piqué, a quien el técnico azulgrana "no veía comprometido". Prueba de ello es la cantidad de partidos importantes que el central azulgrana vio desde el banquillo o incluso desde la grada, desatándose todo tipo de rumores.
Y por último, David Villa. Éste, a diferencia de los otros tres, obedecía a criterios únicamente deportivos. Guardiola consideraba que el asturiano no podía aportar lo que pretendía de un delantero de su plantilla, algo que sí hacían, por ejemplo, Alexis Sánchez y Cristian Tello. Además, su larga lesión había dejado aún más dudas sobre sus posibilidades después del verano.
Gallardo termina su relato afirmando que Sandro Rosell se negó en rotundo a facilitar las salidas de estos cuatro futbolistas, a los que consideraba "intocables", y cuya marcha pondría al aficionado en su contra. Eso, según el agente, precipitó la salida de Guardiola, que terminó por no renovar su contrato.