Los equipos modestos del Calcio claman contra la Juventus de Turín por las supuestas ayudas arbitrales que recibe, como la del pasado domingo en el Stadio Angelo Massimino. Allí se impuso el equipo de Antonio Conte, líder en solitario de la Serie A con 25 puntos y tres de ventaja sobre su inmediato perseguidor Nápoles, gracias a un solitario tanto del chileno Arturo Vidal, en fuera de juego.
La acción se produjo después del tanto anulado al argentino Gonzalo Bergessio, en posición correcta. El árbitro Gervasoni validó el gol en primera instancia, pero luego lo acabó anulando a instancias del juez de línea Maggiani.
Y ahora Maggiani aparece también en el ojo del huracán tras la aparición de un perfil suyo en Facebook, que ha resultado ser falso, en el que supuestamente se declaraba seguidor de la Juventus.
En el Catania claman contra el Cielo y su presidente, Antonino Pulvirenti, pide que el partido se repita.
Mientras tanto, el Inter de Milán ya calienta el derbi de Italia que le medirá el próximo fin de semana a la Juventus en Turín, correspondiente a la undécima jornada del campeonato. En concreto, lo hace a través de su presidente y máximo accionista, Massimo Moratti, quien dice que lo ocurrido el pasado en domingo en Catania "fue un golpe", pero tampoco quiere "intensificar el poco entendimiento que existe entre los aficionados de Inter y Juventus", sin duda dos de los más laureados clubes de Italia junto al Milan.
"No creo que haya necesidad de enfatizar lo que los periódicos resaltan perfectamente. La situación del domingo fue absurda, pero siempre queremos pensar que fue sólo un error y esperar que no se vuelva a repetir otra vez", añadía Moratti.