Por fin llega el clásico, el gran partido de fútbol que paraliza a todo un país. El Real Madrid y el Barcelona se ven esta noche las caras en el Santiago Bernabéu, en la ida de semifinales de la Copa del Rey, en un duelo que llega marcado por las numerosas bajas en el equipo blanco: los lesionados Casillas y Pepe, además de los sancionados Sergio Ramos, Coentrao y Di María. Por contra, el Barça viaja a la capital con todo, con las únicas ausencias de Christian Tello, Isaac Cuenca y Martín Montoya por decisión técnica.
Madridistas y azulgranas ya se han enfrentado en tres ocasiones este curso: con un saldo de un triunfo para cada equipo y un empate. Los dos primeros duelos fueron en la Supercopa de España, con victoria culé en la ida en el Camp Nou (3-2) y triunfo madridista en la vuelta (2-1), con lo que el título fue para el conjunto de José Mourinho. El tercer choque fue el pasado mes de octubre en la Ciudad Condal, en partido correspondiente a la séptima jornada de Liga, y acabó en tablas (2-2) después de que Leo Messi y Cristiano Ronaldo lograran sendos dobletes.
Este cuarto clásico del curso –el número 223 en la historia de los dos clubes, con un saldo hasta el momento de 88 victorias blancas, 47 empates y 87 triunfos blaugranas– tiene una importancia vital para José Mourinho una vez que el equipo está prácticamente desahuciado en la Liga (a 15 puntos de la cabeza). Si los blancos quedasen eliminados de la Copa dentro de un mes, lo tendrían que fiar todo a la Champions para salvar una temporada que, de momento, no pinta demasiado halagüeña.
Cambio de tendencia
Pero la mejor noticia para los blancos es que han conseguido cambiar la tendencia en los clásicos y parecen haberle tomado la medida a su gran bestia negra. En sus últimos planteamientos, Mourinho demostró haber aprendido una lección. Cada vez que salió con un planteamiento ultradefensivo salió derrotado. Jugando de tú a tú, con diferentes armas, los resultados han sido mejores para el Madrid. La presión arriba, esperando su oportunidad al contragolpe –esa suerte futbolística en la que el equipo blanco es seguramente el mejor del mundo–, le ha dado buenos resultados en los últimos clásicos.
Para esta noche se espera que el Madrid juegue con un trivote en con la intención de minimizar los daños en el medio campo, donde el Barça es claramente superior. Luka Modric está llamado a acompañar en esa zona a Xabi Alonso y Sami Khedira, quien se ha erigido en un futbolista fundamental para el Madrid en este tramo de la temporada.
En defensa, Mourinho podría optar por Michael Essien como lateral derecho y Arbeloa para el izquierdo –no parece que Marcelo haya recuperado aún la forma tras su larga lesión–, con una mezcla de juventud y veterana para el centro de la defensa: Varane y Carvalho.
El debate de la portería
Pero el gran debate gira en torno a la portería. Con Iker Casillas fuera de combate –el capitán se pierde por lesión un clásico tras haber jugado 30 de forma consecutiva–, Antonio Adán y Diego López pugnan por el puesto. El cancerbero de Mejorada del Campo, que el pasado domingo cuajó una buena actuación ante el Getafe después de haber cantado en Mestalla cuatro días antes, parece partir con ventaja. Pero el lucense, de 31 años, es un guardameta de contrastada experiencia, fichado para eliminatorias como ésta ante el Barça o la de Champions frente al Manchester United, así que también cuenta con bastantes opciones.
Cómo no, el clásico deja un duelo de otro planeta, el protagonizado por Cristiano Ronaldo y Leo Messi, los dos mejores futbolistas del mundo. Ambos, además, están de dulce. El portugués ha marcado en los siete últimos partidos ante los culés y lleva diez goles en este mes de enero; el argentino, con nueve dianas en estos primeros días del año 2013, suma once jornadas de Liga seguidas marcando. Nuevamente la mayor parte de las miradas estarán concentradas en ellos.
Acude el Barcelona al Bernabéu con la intención de dar una nueva estocada, pretendiendo lograr un nuevo triunfo en casa del eterno enemigo que allane aún más su camino en esta Copa del Rey . Los azulgranas entienden que la eliminatoria no se resolverá en la ida, pero si obtienen un buen resultado, lo tendrán todo a su favor para conseguir el pase a la final.
Regresa Piqué
Una vez más, el equipo volverá a ser dirigido por Jordi Roura ante la ausencia de Tito Vilanova, quien se encuentra en Nueva York sometiéndose a diversos controles médicos tras ser intervenido hace un mes de la glándula parótida. Roura, que viaja a Madrid con todo, no aclaró el martes la duda en la portería, aunque todo apunta a que será Pinto el titular esta noche en detrimento de un Víctor Valdés que recientemente anunció que no renovará su contrato.
Regresa Gerard Piqué, que se perdió el partido de Liga ante Osasuna (5-1) por sanción. En cuanto al resto de la zaga, todo apunta a que Puyol será su acompañante en el centro de la defensa, mientras que Dani Alves y Jordi Alba serán los laterales con proyección ofensiva. Busquets, Xavi y Cesc Fàbregas manejarán el medio campo, mientras que Iniesta y Pedro acompañarán a Messi en el ataque culé. Mientras, David Villa sigue buscando un hueco. El Guaje querrá celebrar su reciente paternidad brindando un gol al pequeño Luca, pero tendrá que esperar su oportunidad desde el banquillo.
Alineaciones probables
Real Madrid: Diego López o Adán; Essien, Varane, Carvalho, Arbeloa; Khedira, Xabi Alonso, Modric; Özil, Cristiano Ronaldo; y Benzema
FC Barcelona: Pinto; Dani Alves, Piqué, Puyol, Jordi Alba; Busquets, Xavi, Cesc; Pedro, Messi e Iniesta
Árbitro: Clos Gómez (Comité aragonés)
Estadio: Santiago Bernabéu. 21:00 horas (Canal+ 1)