Radamel Falcao es consciente de la crisis económica que atraviesa España y así lo reconoce en una entrevista que el diario El Mundo publica este lunes. "Es evidente que la situación del país no es fácil. El futbolista vive siempre en una burbuja porque no le llega y no le toca la crisis", señala el delantero colombiano del Atlético de Madrid, que no obstante aclara que "sí sé cómo están las cosas porque lo contrario sería no vivir en el mundo". "Tengo el privilegio de tener trabajo y eso, hoy en día, hay que valorarlo mucho", añade Falcao.
En la entrevista, el Tigre muestra su lado más humano y también da su visión particular sobre el fútbol, asegurando que este deporte "para muchos ha pasado a ser un negocio, para otros un pensamiento radical o una posición que divide a la gente". "Ha sobrepasado lo que es el juego, que era algo mucho más fraternal", destaca.
Falcao, que dice ser católico pero no cristiano y más amante de la lectura y el cine que de la Playstation, no quiere que los privilegios alteren su plan de vida. "No quiero que me cambien las circunstancias, ni el fútbol ni la fama. Trato de vivir como fui y como deseé ser", puntualiza.
En lo estrictamente deportivo, el colombiano destaca que el principal objetivo del Atlético de Madrid este curso es lograr la clasificación para la Liga de Campeones. "Si mantenemos el mismo nivel conseguiremos los objetivos", añade Falcao, quien también elogia a su técnico, Diego Simeone, y lo define como un hombre "muy apasionado" y "un entrenador que corrige más que castiga".
De lo que no habla el Tigre es de su futuro, ante los rumores que lo sitúan en el Real Madrid la próxima temporada, y sobre Florentino Pérez se limita a decir que "le pareció una persona muy amable". El futuro del colombiano también ha sido vinculado con otros equipos, entre ellos el Chelsea londinense. "¿El inglés? Estoy estudiándolo. Llevo muchos años, así que espero que la próxima vez que me vaya de vacaciones tenga opciones de usarlo", afirma respecto al posible interés del club presidido por Roman Abramovich.