Zlatan Ibrahimovic no tiene abuela. El sueco, uno de los mejores futbolistas del mundo, conocido por sus trastornos mentales, tanto dentro como fuera del campo, vuelve a quedarse a gusto con unas declaraciones que van a traer cola. En una entrevista a la revista alemana 11 Freunde, el delantero del París Saint-Germain asegura, tras ser preguntado por dónde se encuentra en una hipotética escala de la historia del deporte mundial, que "yo soy el más grande después de (Muhammad) Alí".
Señala Ibra que no le puede la presión debido a su dilatada experiencia, después de tres lustros de carrera futbolística, habiendo jugado en grandes clubes europeos como el Ajax, Juventus, Inter, Milan, Barcelona y PSG.
Respecto a la figura de Alí, recuerda que ha sido su ídolo desde siempre. "Cuando yo era niño, mi padre me mostró vídeos de sus peleas. Me impresionaron sus movimientos, también lo que decía: 'Floto como una mariposa, pico como una abeja'. Luego me interesé por su persona y entonces aprendí lo que significa mantenerse firme, a crearse uno a sí mismo como hombre".
Amante de las artes marciales -es cinturón negro de taekwondo-, Zlatan reconoce que alguna vez le habría gustado ser boxeador. Y, al margen de Alí, asegura que su ídolo futbolístico es Diego Armando Maradona.
En la entrevista se le preguntaba también al sueco, de 31 años, si le gustaría jugar en la Bundesliga -una de las grandes competiciones europeas que le falta por probar junto con la Premier League inglesa-, y el delantero decía sin tapujos: "Quizás algún día. De ir a Alemania, será sólo para jugar con el Bayern de Múnich, uno de los cinco mejores clubes del mundo".
Se podría presentar entonces un problema porque Ibrahimovic volvería a coincidir con Pep Guardiola después de la polémica salida que el futbolista protagonizó en verano de 2010 tras una temporada bastante discreta en el Barcelona, marcando sólo 21 goles en 45 partidos.
De hecho, después de su marcha del club culé, Ibra arremetió contra el próximo técnico del Bayern, a quien definió "filósofo" y le acusó de haber "truncado mi sueño". Pero ahora, dos años y medio después, afirma que aquello es agua pasada. "Fue hace mucho tiempo, olvídelo", le dice el jugador al periodista de 11 Freunde que le realiza la entrevista. "Dos años y medio son una eternidad en el fútbol (...) En cualquier caso, le puedo decir que no tengo ningún problema con Guardiola. He aprendido mucho desde que salí del Barcelona", concluye.