El exjugador estadounidense del Leeds inglés Robbie Rogers, sigue intentado dar explicaciones sobre por qué se ha retirado de fútbol tras admitir públicamente su homosexualidad. "En el fútbol es obviamente imposible salir del armario porque nadie lo ha hecho. Nadie. Es así de loco y triste. Pensé: '¿Por qué no dar un paso adelante y así mi familia y yo seremos felices?'", aseguró el futbolista al periódico The Guardian.
El exmediocampista de la selección nacional de Estados Unidos y olímpico en 2008 aseguró que es muy duro sentirse el centro de todas las miradas. "El fútbol es un deporte fascinante, pero también brutal. Imagina ir a entrenarte cada día y ser el centro de atención. Es de alguna manera un circo que te puede volver loco", añadió Rogers.
El deportista lamenta los comentarios homófobos que se pueden escuchar muchas veces en un vestuario. "Es como volver al colegio. Tenía miedo de la reacción de mis compañeros. Pese a que sigo siendo la misma persona, ¿iban a actuar de manera diferente hacia mí en el vestuario o en el autobús?".
A pesar de haberse retirado de la competición a los 25 años, el ex del Leeds dice sentirse feliz con la decisión tomada.