El jugador del Arsenal Lukas Podolski ha liderado el triunfo de Alemania (4-2) ante Ecuador en un partido amistoso, celebrado en el estadio Fau de Florida (Estados Unidos), en el que estuvieron ausentes los madridistas Mesut Özil y Sami Khedira, aún con compromisos en la Liga española.
El conjunto de Joachim Löw, que comenzó como una exhalación, anotó el primer tanto antes de que se alcanzasen los 60 segundos iniciales gracias a un derechazo de Podolski en el corazón del área. Un tanto que sirvió para inaugurar la fiesta germana, que continuó Lars Bender a los cuatro minutos.
El joven del Bayer Leverkusen, asistido por Sidney Sam, colocó el 2-0 y dejó muy tocado a Ecuador, que apenas creaba peligro a la Mannschaft. El tercero y el cuarto, también en botas de Podolski y Bender, sirvieron para que Alemania rebajase el nivel y se dedicase a hacer pruebas.
Löw aprovechó para dar minutos a los jugadores menos habituales como Dennis Aogo o Stefan Reinartz. Además de las ausencias de los jugadores del Real Madrid, tampoco estuvieron los del Bayern de Múnich, que este sábado disputan la final de la Copa de Alemania ante el Stuttgart.
Los dos tantos de Ecuador llegaron por mediación de Luis Antonio Valencia, del Manchester United, y de Walter Ayoví, que anotó de libre directo, en los últimos minutos del duelo.
Tablas en el Inglaterra-Irlanda
En Wembley, casi dos décadas después de su último encuentro, Inglaterra y la República de Irlanda se han vuelto a enfrentar en un amistoso que ha terminado en tablas (1-1), con goles de Shane Long para los visitantes (m.13) y de Frank Lampard para los locales (m.23). Los ingleses tuvieron que conformarse con el empate tras una segunda parte en la que desaprovecharon numerosas ocasiones para ponerse por delante en el marcador.
Las dos selecciones se habían enfrentado por última vez en 1995, cuando unos graves altercados en el estadio de Lansdowne Road de Dublín, durante la primera parte del encuentro, obligaron a suspender el partido.
En aquella ocasión hubo 20 heridos y 26 detenidos entre los más de 4.000 hooligans ingleses que habían viajado a Dublín.
Dieciocho años después de aquel episodio, las gradas de Wembley, que no se llenaron, presentaban un aspecto pacífico para ver un duelo en el que tanto Roy Hodgson como Giovanni Trapattoni sacaron al césped a sus mejores futbolistas.