"Hablé con él y comprende la situación. Es difícil para él buscar espacio y debe esperar a que llegue el momento de jugar", decía Carlo Ancelotti hace una semana sobre la situación de Casemiro, un jugador que despuntó en pretemporada pero que ha ido perdiendo fuelle con el trascurrir de la Liga. La grave lesión de Khedira, que se perderá lo que resta de temporada con el Real Madrid e incluso pone en peligro su participación en el Mundial de Brasil, ha cambiado sustancialmente la situación. Sin el alemán, el técnico italiano podría remover el banquillo.
Desde el 1 de septiembre no se ve a Casemiro sobre el césped, desde la victoria del Madrid frente al Athletic. Incluso se ha quedado fuera de más de una convocatoria, como sucedió frente al Copenhague, Levante o Barça, partidos que vio desde la grada. El brasileño, de 21 años, podría encontrar el hueco en el primer equipo junto a Xabi Alonso y Modric.
No es la única opción para Ancelotti. Illarramendi está bastante más rodado que Casemiro y ha demostrado un nivel adecuado para partidos importantes. Fue el fichaje español más caro de la historia pero, por el momento, sólo actúa de secundario. Es el sustituto de Alonso y parece que Ancelotti los considera incompatibles. Es uno de los jugadores con más potencial dentro de las filas blancas, equilibra la medular, participa en el primer pase y su técnica recuerda a la del tolosarra.
A priori, Illarramendi y Casemiro son los jugadores más presentes en las quinielas para tapar el hueco de Khedira... aunque la lista de combinaciones es amplia. No hay que descartar a Di María o Isco, que tampoco acaban de encontrar su sitio en el once. Si no, el técnico del Real Madrid siempre podría cambiar el esquema 4–3–3 al que nos tiene acostumbrado en los últimos encuentros -volver a la pareja formada por Modric y Xabi-, u ojear el mercado de invierno.