La clasificación de la selección francesa para un Mundial vuelve a estar rodeada de polémica. Los galos, que habían perdido en Kiev ante Ucrania por 2-0 en la ida de la repesca para el Mundial de Brasil 2014, lograron el billete gracias al 3-0 conseguido en el estadio de Saint Denis.
Sin embargo, la expedición ucraniana se quejó amargamente de que el segundo gol francés, obra de Benzema, se produjo en fuera de juego y de la expulsión de Hacheridi al comienzo de la segunda mitad. La situación devuelve la imagen del mismo escenario el 18 de noviembre de 2009.
En aquella ocasión, Francia jugaba la repesca ante Irlanda y consiguió el pase e la prórroga, gracias a un clamoroso control con la mano de Thierry Henry. Los irlandeses clamaron contra el arbitraje e, incluso, pidieron la repetición del partido e insinuaron un trato de favor por parte del presidente de la UEFA, el francés Michel Platini.
El seleccionador ucraniano, Anatoli Fomenko, no pudo reprimir las lágrimas en la rueda de prensa posterior al encuentro. El entrenador, que vio como su equipo dilapidó la renta de dos tantos lograda en Kiev, culpó al árbitro esloveno Damir Skomina de la eliminación. Por segunda vez consecutiva, Francia llega a un Mundial envuelta en la polémica.