Estaban avisados en el Real Madrid. Siempre que los blancos se enfrentan a un rival de menor categoría en la Copa del Rey, el término Alcorconazo sale inexorablemente a escena. Es un fantasma que sobrevuela el Bernabéu desde hace cuatro años, cuando el Alcorcón de Juan Antonio Anquela eliminó a la formación entonces dirigida por Manuel Pellegrini a las primeras de cambio. Y antes que eso, los madridistas también habían vivido pesadillas contra el Real Unión de Irún o el Toledo, por ejemplo.
Incluso Carlo Ancelotti, que acaba de aterrizar en España como quien dice, sabía lo que significaba la palabra Alcorconazo, según confesó el propio técnico en la víspera de recibir al Olímpic de Xátiva en el Santiago Bernabéu. Una eliminatoria que estaba en el aire después del 0-0 de la ida. Pese a no poder contar con Cristiano Ronaldo, sancionado, y Gareth Bale, lesionado, Carletto presentó un once bastante competitivo. Plagado de jugadores poco habituales, sí, pero de garantías. En el banquillo estaban Xabi Alonso, Benzema y Marcelo, que luego tuvieron minutos en la segunda parte.
Desde el inicio se cumplió el guión previsto, con el Madrid teniendo la pelota y el Olímpic, voluntarioso, dispuesto a cazar un contragolpe o aprovechar alguna oportunidad a balón parado para tratar de batir la portería de Casillas y complicar la eliminatoria. Era el día de los Jesé Rodríguez, Morata y Casemiro, que vienen pidiendo más minutos. Y también el de Ángel Di María, dispuesto a reivindicarse después de su mal partido ante Osasuna.
Aunque la noche no estaba para el lucimiento personal, Jesé, el Fideo e Isco sí dejaron algún que otro detalle de calidad para tratar de animar el cotarro en un partido que, desde el inicio hasta el final, fue plano y aburrido hasta decir basta. La lata se abrió al cuarto de hora con un protagonista inesperado. Di María puso un balón en largo a Jesé, que controló de espaldas y se la cedió a Illarramendi, que fusiló la portería de Francis para marcar su primer gol con la camiseta blanca.
Y el Fideo inició la acción del penalti, transformado por el propio jugador de Rosario, que acabaría en el 2-0. Se la puso el argentino en largo a Morata y Kike Alcázar cortó el balón con las manos dentro del área. Di María se dirigió a los once metros y desde ahí batió a Francis con suspense, pues el portero visitante llegó a tocar la pelota en el lanzamiento pero no pudo evitar que se introdujera en su portería.
Salvo una cabalgada por la derecha del propio extremo sudamericano, poco más se vio hasta el final de una primera parte anodina. Pero si los primeros 45 minutos fueron de bostezo, la segunda parte fue aún peor. Ancelotti aprovechó para dar minutos a Xabi Alonso -ovación de gala para el tolosarra, que entró al campo por Illarra-, Benzema y Marcelo, pero el juego siguió siendo plano.
En la batalla particular entre los canteranos, Jesé ganó el pulso a un Morata desacertado. El canario pidió la pelota, repartió juego e hizo gala de su explosividad, como cuando, mediada la segunda parte, se pegó una fenomenal cabalgada por la banda izquierda y sirvió un balón al corazón del área que nadie pudo rematar.
El Olímpic aguantó el tipo como pudo y se vuelve a casa con la cabeza alta, aunque cierto es que apenas logró inquietar a un Iker Casillas que se llevó un susto al final. Cuando salía a por un balón, el meta internacional chocó por alto con Casemiro y cayó mal. Se temía por una nueva lesión, pero afortunadamente todo fue una falsa alarma.
Ficha técnica
Real Madrid, 2: Casillas; Carvajal (Marcelo, m.76), Pepe, Nacho, Arbeloa; Casemiro, Illarramendi (Xabi Alonso, m.58); Di María, Isco (Benzema, m.69), Jesé; y Morata
Olímpic de Xàtiva, 0: Francis; Kike Alcázar, Mendoza, Pepín, Peris; Rifaterra, Samu; Denis, Marenyá (Álex Vaquero, m.63), Belda (Revert, m.84); y Franch (John Edison, m.70)
Goles: 1-0, m.16: Illarramendi; 2-0, m.28: Di María, de penalti
Árbitro: Texeira Vitienes (Comité cántabro). Mostró cartulina amarilla a Kike Alcázar (min. 28), del Olímpic; y a Casemiro (m.49), Carvajal (m.66), Pepe (m.81) y Jesé (m.92), del Real Madrid
Incidencias: Partido de vuelta de dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante cerca de 70.000 espectadores, entre ellos un millar de ellos aficionados del Olímpic de Xàtiva