La pasada semana Gerard Piqué abandonó el Camp Nou en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones entre el FC Barcelona y el Atlético de Madrid con visibles gestos de dolor. Una aparatosa caída lo envió prematuramente a los vestuarios y el diagnóstico de los médicos confirmó el peor pronóstico. El central sufría una fisura en la cadera que lo tendría apartado de los terrenos de juego durante cuatro semanas.
De esta manera, el defensa no solo se perdería el tramo decisivo de la Liga y la vuelta ante el Atlético en el Calderón. Tampoco llegaría a la final de la Copa del Rey del próximo 16 de abril ante el Real Madrid en Mestalla. Sin embargo, ahora el central ha admitido públicamente que está mejor de lo que se esperaba y no está descartado para el partido ante los madrileños.
En cuestión de una semana, el pronóstico de la lesión en la cadera de Piqué se ha minimizado considerablemente y, de estar completamente descartado, ha pasado a trabajar para llegar a la final. No es la primera vez que estos milagros se producen en los servicios médicos del Barcelona. Desde la época en la que Pep Guardiola dirigía el equipo, se han dado numerosos casos en los que los futbolistas azulgranas se han recuperado en tiempo récord de dolencias con pronósticos de recuperación mucho más largos, según el parte médico facilitado por el club.
La gripe de Messi
Uno de los futbolistas con los que más se ha repetido esta situación es Leo Messi. En el recuerdo está la supuesta gripe del argentino antes del partido de la Copa del Rey 2012 frente a Osasuna, con Guardiola en el banquillo. Supuestamente, el argentino sufría un proceso gripal que a todas luces iba a impedirle jugar. Sin embargo, jugó y marcó dos goles. José Luis Mendilibar, entrenador del equipo navarro en aquel momento, no pudo evitar hablar del tema: "Le he preguntado a Messi si estaba con gripe y se ha descojonado".
Esa misma temporada, se vivieron dos casos similares. Los culés viajaron a Santander con las bajas de Piqué, Abidal y Puyol. No obstante, Guardiola decidió que Puyol viajase sin el alta médica y no solo eso. El central jugó como titular y cuajó un gran partido. Algo parecido se vivió con Alexis Sánchez. El chileno sufrió un esguince de clavícula, con un diagnóstico de 10 días de baja. Pero jugó tres días después de haberse lesionado en lo que fue otra recuperación en tiempo récord.
La temporada pasada de nuevo se vivió otro episodio de recuperación milagrosa con Messi y los médicos volvieron a jugar con los plazos. La estrella del Barça sufrió una lesión en el bíceps femoral, que hacía imposible que pudiese jugar ante el Paris Saint Germain en la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones. Sin embargo, a medida que se acercó la fecha del partido el pronóstico sobre la gravedad del problema fue disminuyendo. Finalmente, Messi participó en el partido y lideró el pase a semifinales de Champions de su equipo, una semana antes del plazo previsto para su alta médica.