El delantero uruguayo Luis Suárez ha saludado este viernes desde el balcón de su casa, en un balneario a unos 40 kilómetros de Montevideo, a decenas de aficionados que lo aclamaban, horas después de llegar a su país tras ser expulsado del Mundial por morder al defensa italiano Giorgio Chiellini.
Suárez salió al balcón de su casa y, con sus hijos en brazos, saludó a un grupo de personas que acababan de entonar el himno nacional mientras hacían guardia para ver al jugador. Los hinchas lo aplaudieron y lo jalearon al verlo.
A su llegada a Uruguay, el ídolo de la Celeste fue recibido por el presidente José Mujica. Suárez viajó desde Natal junto a su familia y llegó a Montevideo, desde donde fue trasladado directamente a su casa sin hacer declaraciones.
Mújica se había unido este jueves a un centenar de personas que hicieron frente a una noche de invierno para esperar al ídolo en el aeropuerto, mientras entonaban cánticos y enseñaban banderas de Uruguay, pósters con el rostro de Luis Suárez y réplicas de la Copa del Mundo.
El mandatario y los aficionados se retiraron cuando Suárez informó desde Brasil que su vuelo estaba atrasado, pero Mujica volvió de madrugada para saludar al jugador a su llegada. "El presidente Mujica le dio la bienvenida en la base militar, fue un saludo muy breve", ha relatado el coronel Álvaro Loureiro, jefe de Relaciones Públicas de la Fuerza Aérea de Uruguay.