El expresidente del Fútbol Club Barcelona Sandro Rosell ha declarado este martes durante tres horas en calidad de imputado en la Audiencia Nacional donde ha respondido a las preguntas del juez Pablo Ruz, del fiscal José Perals y de su propia defensa.
Según fuentes jurídicas consultadas, durante el interrogatorio Rosell ha señalado que el fichaje del astro brasileño Neymar da Silva se ajustó a la legalidad y que la operación para ficharlo se desarrolló "muy bien".
El expresidente del Barça ha manifestado que el club pagó en total 57, 1 millones de euros por el fichaje del jugador: 17,1 millones fueron destinados al Santos Fútbol Club por los derechos federativos y 40 millones para la empresa de N&N, propiedad del padre de Neymar.
Sin embargo, en otro punto de la declaración al ser preguntado por aspectos concretos del fichaje, el exdirectivo ha reconocido que él no solía leer "la letra pequeña" de los contratos ya que tan sólo estaba informado a grosso modo de las operaciones de compra venta de jugadores por parte de su club.
Sandro Rosell está imputado desde el 22 de enero en esta causa por un delito de apropiación indebida en el fichaje, lo que provocó su dimisión al frente del club un día más tarde.
Pago a Hacienda por prudencia
Junto al expresidente del Barça, también ha sido interrogado este martes en la Audiencia Nacional Antoni Rossich, representante legal del club, que ha sido preguntado por la presunta comisión de un delito de fraude fiscal en el fichaje de Neymar.
Las mismas fuentes aseguran que Rosich ha defendido que Rosell consiguió por 57 millones un fichaje que podría haberse elevado a casi cien por su "capacidad de seducción" y la ilusión que le hacía al futbolista jugar en el Barça.
Según un informe de la Agencia Tributaria, con esta operación el Barça habría dejado de abonar al menos 9,1 millones de euros a Hacienda en relación con el Impuesto sobre la Renta de los No Residentes (IRNR) y el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Por otro lado, al ser preguntado los imputados por los 13,5 millones que el F.C Barcelona pagó a la Agencia Tributaria en concepto de autoliquidación complementaria ante la "existencia de una posible divergencia interpretativa sobre el alcance de sus obligaciones fiscales derivadas" cuando saltó el escándalo por este fichaje, tanto el representante legal del Barça como el propio Rosell han explicado que lo abonaron por "prudencia".
Asismismo, el representante legal del Barça ha manifestado que el club aportará al juez próximamente un escrito donde explicará por qué pagaron esos millones a Hacienda.