Los debates en torno a la figura del delantero centro en la selección española se han convertido en un tema inagotable. El declive de Villa y Torres abrió una intensa búsqueda del ariete que pudiese canalizar el potencial ofensivo de España. Vicente del Bosque nunca terminó de confiar en Negredo y Soldado y la ausencia de un delantero joven que tirase la puerta abajo, le llevó a apostar por la fórmula del falso nueve, que ofreció un buen resultado en la Eurocopa de Polonia y Ucrania.
Sin embargo, el debate del delantero centro, de la apuesta por jugar con un punta o hacerlo sin él, siempre ha perseguido al seleccionador. Antes del Mundial de Brasil, Del Bosque pareció haber encontrado el puntal que le faltaba al equipo. Diego Costa, que había deslumbrado en el Atlético, apostó por jugar con España y renunciar a hacerlo con Brasil.
La sequía Diego Costa
No ayudó a la consolidación del nuevo delantero del Chelsea que llegase al Mundial con evidentes problemas físicos, que no le permitieron rendir al nivel esperado. Tampoco contribuyó el desastre vivido en la cita mundialista, en la que el combinado nacional salió eliminado a las primeras de cambio en el torneo en el que defendía título y con una evidente necesidad de renovación.
El técnico apostó por continuar y ser él quien dirigiese esa transición en el equipo, después de conocer la retirada de Puyol y las renuncias de Villa, Xavi y Xabi Alonso. En medio de la transición, se ha quedado Diego Costa, el hombre que debía traer el gol al equipo pero que, todavía sin adaptarse, no ha visto puerta en ninguno de los cinco partidos que ha disputado.
El hispano-brasileño se lesionó en el pasado amistoso ante Francia y se quedó fuera del primer partido de clasificación para la próxima Eurocopa, que se disputará este lunes en Valencia ante Macedonia. La sorpresa llegó cuando el seleccionador anunció la llamada de Munir El Haddadi. El delantero, de 19 años, solo ha jugado dos partidos con el primer equipo, hace apenas cinco meses jugaba con los juveniles del conjunto azulgrana y, el mismo día del duelo ante Francia, había debutado con la selección Sub-21.
Conflicto con Marruecos
Detrás de esta sorprendente llamada está el origen del futbolista. Nacido es España, Munir es hijo de marroquíes y su explosión esta pretemporada había despertado el interés de la federación africana. El ministro de Deportes marroquí, Mohamed Ouzina, acudió al primer encuentro de Liga entre el Barcelona y el Elche para acercarse al entorno del jugador. No era la primera vez que trataban de convencer al futbolista, al que ya habían querido llamar para jugar con la selección sub-17. El propio Munir no descartó decidirse por Marruecos y, tras el partido con la selección español sub-21, aseguró no haber tomado una decisión.
Todo cambió con la llamada de la selección absoluta. Los técnicos de la Federación creen que el potencial del futbolista es muy grande y la jugada es perfecta si el lunes disputa unos minutos con la absoluta. Se debut en partido oficial con España impedirá que Marruecos pueda llamarle y Del Bosque tendrá un nuevo delantero al que seguir.