Las últimas palabras de Pep Guardiola, sembrando dudas sobre su futuro en el Bayern de Múnich, han puesto con la mosca tras la oreja a varios dirigentes del club.
Más que nada por cómo lo ha dicho, refiriéndose a su paso por el conjunto bávaro en pasado. "Fue un gran reto para mí, también para mi mujer y mis hijos. Pase lo que pase, fue para mí un período estupendo. He sido muy feliz entrenando al Bayern. Fue un sueño convertido en realidad", ha asegurado el preparador español.
Lo cierto es que Guardiola termina contrato con el pentacampeón de Europa el 30 de junio de 2016, y el entrenador de Sampedor está dispuesto a empezar a hablar sobre su renovación a partir del próximo verano.
Y es que el técnico español cree que ahora mismo no toca hablar de esa renovación, asegurando que hay tiempo de hacer balance al final de temporada. "Ya tendremos mucho tiempo de hablar al final de la temporada", insistía Guardiola, quien ha añadido que su trabajo en el Bayern es un "gran desafío" que le enorgullece, aunque también dice que en el fútbol todo cambia muy rápido. "En el fútbol las cosas son hoy de una manera y pasado mañana de otra", apunta en este sentido.
Por su parte, el presidente del consejo directivo, Karlheinz Rummenigge, dice que respeta el deseo de Guardiola de no empezar a plantear ahora el tema de su renovación y esperar al final de temporada.
En caso de no renovar con el Bayern, la prensa alemana ya empieza a especular con los nombres de los posibles sustitutos de Guardiola, y ahora mismo el nombre que más suena es el de Joachim Löw, que ocupa el cargo de seleccionador alemán desde julio de 2006, tras la disputa del Mundial de Alemania.