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Premier League

Berahino, de huir de la guerra de Burundi a la selección inglesa

El delantero del West Bromwich es uno de los jugadores más prometedores de Inglaterra.

El delantero del West Bromwich es uno de los jugadores más prometedores de Inglaterra.
Saido berahino celebra un gol. | Cordon Press

Siempre que marca un gol con el West Bromwich inglés, Saido Berahino se acuerda de su padre y señala al cielo. De hecho, llegó a ser sancionado por la Federación Inglesa por mostrar un mensaje con dedicatoria hacia su progenitor. Su padre falleció en la guerra de Burundi entre hutus y tutsis, dos etnias que sumieron al país en una cruenta guerra civil que sesgó la vida de cerca de medio millón de personas, entre 1993 y 2005, y condenó al país a una extrema pobreza de la que no ha conseguido salir.

La muerte del patriarca de los Berahino fue el punto de inflexión para que la familia decidiese huir del país por cualquier vía posible, antes de el terror del conflicto pusiese en peligro a todos los miembros. Por aquel entonces, Saido tenía diez años, contaba con escasos estudios y pasaba los días jugando al fútbol sobre la tierra con otros niños.

La salida del país no fue fácil debido a las complicaciones para cruzar las fronteras. La primera en abandonar Burundi fue Liliane, su madre, y después lo hicieron sus hijos. El destino era Inglaterra, a pesar de que ninguno de ellos hablaba en inglés. Su idioma era el kirundi y se entendían en francés. La opción inglesa era la más probable para huir con éxito del país y la madre consiguió llegar a Birmingham.

Prueba de ADN

Sin embargo, no pudo volver a contactar con su familia. Días después, Saido Berahino aterrizó en Inglaterra junto a sus hermanos. No le esperaba nadie en el aeropuerto, porque no había podido establecer contacto con su madre. Por eso, las autoridades británicas decidieron enviarles a un centro de menores hasta poder aclarar su situación. Cuando consiguieron localizar a su madre, el gobierno inglés exigió una prueba de ADN antes de permitir que la familia se volviese unir dos semanas después.

Se establecieron en la ciudad y comenzó una nueva vida. Los hermanos fueron inscritos en la escuela Aston Tower y, a pesar de las dificultades con el inglés, Saido no pasó desapercibido para los entrenadores del equipo de fútbol. Allí comenzó a destacar por su potencial físico y la habilidad para marcar goles a pesar de no entenderse con sus compañeros. No tardaron en fijarse en él los ojeadores del West Bromwich y a los 11 años entró en la cantera del club.

Fue un compliacdo proceso de adaptación como él mismo ha confesado. Tardó cuatro años en aclimatarse a la vida inglesa y comprender que lo que antes entendía como jugar al fútbol no tenía nada que ver con lo que le enseñaban. Aprendió a jugar en equipo a no correr sin parar en el partido y saber moverse en la posición de delantero. Fue cuestión de tiempo que el club comenzase a pulir un diamante en bruto.

A pesar de que siempre reivindica su origen en Burundi, pasó a formar parte de las categorías inferiores de la selección inglesa y este año, con 21 años, ha despuntado en el primer equipo como uno de los goleadores con más futuro de la Premier League. Los nueve goles que suma y el gran inicio de temporada que ha efectuado le llevaron a ser llamado con la selección absoluta, aunque todavía no ha debutado. Nadie duda en Inglaterra de que es uno de los futbolistas con más futuro del país, un futuro que cambió el día que consiguió huir de la guerra de Burundi donde dejó a su padre.

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