Con un equipo tan regular como el Atlético de Madrid es difícil encontrar malas rachas que duren mucho. El conjunto rojiblanco suele ser noticia por inercias muy positivas, pero en el mes de febrero, los resultados no suelen acompañarles. La presente temporada tampoco ha sido una excepción.
Sin contar el primer curso del Cholo Simeone en el Calderón donde sólo estuvo media temporada, el Atlético de Madrid ha tenido baches en las otras tres temporadas. Los picos físicos del equipo se resienten más en febrero debido a la intensa carga de partidos que tienen que soportar en el mes de enero. Estar siempre en tres competiciones obliga al Atlético a jugar muchos encuentros en los dos primeros meses del año y la carga de choques se nota.
En 2013, los rojiblancos perdieron sus dos primeros partidos de febrero, uno de ellos ante el Rubin Kazan con el famoso gol de Orbaiz con Asenjo intentando rematar en la última jugada del choque de ida de la Europa League. En ese mes dijeron adiós a la competición europea y ganaron 3 de seis encuentros.
En 2014 perdió cuatro encuentros de siete, tres de forma consecutiva, quedando eliminado en semifinales de Copa del Rey ante el Real Madrid (3-0 y 0-2) y siendo goleado en el último encuentro de ese mes por Osasuna en Pamplona (3-0). En Almería cayó 2-0. El equipo notó mucho el esfuerzo de enero.
Centrándonos ya en la presente temporada, cuatro partidos, dos victorias y dos derrotas, pero los dos pinchazos fueron importantes: Celta y Bayer Leverkusen. Las goleadas ante Real Madrid y Almería no convierten a febrero en un mes terrorífico, pero no sólo de resultados viven los grandes, también lo son las sensaciones.
En febrero ha dado la casualidad de que el Atlético ha tenido siempre un bajón en su juego y en su físico, que posteriormente ha recuperado. No en vano, el año pasado acabó ganando la Liga y llegando a la final de la Champions. Las eliminatorias coperas ante Real Madrid y Barcelona han desgastado mucho al equipo, que lo ha pagado en citas importantes. Aún así, el 4-0 ante el Real Madrid demuestra que el Atlético es capaz de lo mejor incluso en un mes que no se le da nada bien.
Marzo ha comenzado con un empate en un campo muy complicado. Choques ante Valencia, Espanyol y Leverkusen marcarán el devenir de un Atlético que sigue sin renunciar a nada.