Finalizadas las semifinales de Copa del Rey que dieron el pase a la final a Barcelona y Athletic de Bilbao, se ha abierto de nuevo el debate para elegir la sede de la final y, de nuevo, el Santiago Bernabéu aparece en las quinielas para albergar el partido que se disputará el próximo 30 de mayo.
Catalanes y vascos apuestan por jugar la final en el estadio del Real Madrid, a pesar de que el club madrileño no ha solicitado a la Federación Española de Fútbol (RFEF) ser sede de la final. No es la primera vez que los dos clubes manifiestan su deseo de jugar en el feudo madridista. Hace tres años, con idéntica final, los dos equipos solicitaron jugar en el Bernabéu, pero unas inoportunas obras en los baños del estadio impidieron que se pudiese jugar el partido, que finalmente se disputó en el Calderón.
Hasta el momento, la Federación sólo cuenta con la solicitud formal del estadio de Mestalla, escenario habitual de las finales de Copa. Están descartados por completo el Vicente Calderón y Montjuic por la celebración de dos conciertos en la misma fecha, por lo que el abanico de opciones se ha quedado cerrado en cinco alternativas: Bernabéu, Camp Nou, San Mamés, La Cartuja y Mestalla.
Ninguno de los dos equipos son partidarios de jugar ni en el Camp Nou ni en San Mamés, porque se pretende que el escenario del encuentro sea neutral, aunque el estadio del Athletic es una de las opciones que más gusta al presidente de la Federación, Ángel María Villar. Es el estadio más nuevo y será sede de la Eurocopa 2020. Sin embargo, el Barcelona no quiere jugar en Bilbao con la desventaja que ello supone para equipo y afición.
La Cartuja, en desuso, podría ser otra opción atractiva pero en esta caso el factor de la distancia juega en su contra. Los aficionados de ambos equipos tendrían que realizar un largo viaje hasta Sevilla, que no convence a los clubes. Nadie oculta que el Bernabéu sería una opción ideal por su capacidad y su ubicación, aunque la Federación no quiere que se repita la polémica de hace tres años, cuando se acusó al Real Madrid de poner como excusa las obras para impedir que se jugase en su estadio. La próxima semana, la sede del organismo será el escenario de la reunión entre representantes de ambos conjuntos y representantes federativos para destapar las preferencias de cada una de las partes.