"Mi ciclo aquí se ha acabado", contaba Rafa Benítez en la sala de prensa del Nápoles. Lo hacía rodeado de periodistas, muchos de ellos españoles. La noticia no sorprendía a ninguno de los presentes que son conscientes de su salida a Madrid. Quién ya conocía su decisión y desde hace tiempo era el presidente Aurelio De Laurentiis que estaba sentado junto a Rafa. "El año pasado me hizo saber que iba a ser su última temporada", reconocía.
Aurelio se mostraba extremadamente agradecido a Rafa por estos dos años en Nápoles. "Es un caballero", ensalzaba mientras el jefe de prensa recordaba que no se permitirían preguntas sobre el futuro de Rafa Benítez. ¿El motivo? Que el domingo tiene su último partido e importante porque con una victoria ante la Lazio, el Nápoles jugará la próxima temporada la Liga de Campeones. "Quiero terminar bien este ciclo, ganar y dejar el Nápoles en el sitio que se merece. Quiero decir adiós con una victoria", respondía.
El próximo miércoles será presentado en el Santiago Bernabéu como entrenador del Real Madrid. Para Rafa es un sueño entrenar al club que le vio y le enseñó a entrenar. Es un paso importante en su carrera aunque hoy ha señalado a su familia, como la principal causa de su salida de Italia. "Llevo dos años lejos de ellos -viven en Liverpool- y me ha hecho pensar en mi futuro", explicaba.
La rueda de prensa si dejaba una sorpresa. Riccardo Biggon, director deportivo del Napoles deja el Nápoles. Comienzan las especulaciones porque el Real Madrid está meditando ocupar ese puesto vacante. Veremos si Rafa y Biggon cogen el mismo avión.
Benítez firmará por el Real Madrid. Dejará atrás dos años en Italia donde no ha cumplido las expectativas. Fue contratado para hacer del Nápoles un equipo grande a nivel Europeo y a nivel nacional donde debía luchar por el scudetto. Su balance ha sido de una Copa y una Supercopa de Italia. Está por ver si mete al equipo en la Champions donde en su primer año cayó en la fase de grupos y esta temporada fue eliminado ante el Athletic de Bilbao en la fase previa.
El reto que tiene por delante es superior y más exigente. Para aquellos que dudan sobre si sus métodos son los adecuados para el Real Madrid, Rafa ha despejado dudas. "No es lo mismo entrenar al Extremadura, que al Chelsea o al Nápoles. Me adapto a la calidad del grupo que tengo".