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La curiosa historia de Burgos Bengoechea, que sigue los pasos de su padre en el arbitraje

El recién ascendido es hijo de un ex árbitro de Primera y sobrino del "hombre del anorak", personaje relevante en el 23-F

El recién ascendido es hijo de un ex árbitro de Primera y sobrino del "hombre del anorak", personaje relevante en el 23-F
El colegiado durante un encuentro

"Señor Suárez, permanezca en su escaño, haga el favor". Con estas rotundas palabras Francisco Burgos Núñez, cabo de la Guardia Civil conocido como "el hombre del anorak" instaba al presidente del gobierno, Adolfo Suárez, a quedarse en su sitio y no moverse aquella tarde del 23 de febrero de 1981 en el Congreso de los Diputados. Estaba fuera de servicio pero el día del Golpe de Estado del general Tejero, Burgos Núñez había ido a reparar su coche al subsector de la Guardia Civil en la localidad madrileña de Valdemoro. Lo que nunca podía pensar era que se iba a incorporar a las fuerzas que, al mando del capitán Muñecas, iban a marchar al Congreso.

Pero no se lo pensó un instante. Ataviado con un anorak y portando en una mano un fusil y en la otra un puro, y muy seguro de sí mismo, llegó incluso a subir a la tribuna de prensa a voltear la cámara de televisión que estaba grabando todo lo que ocurría en el hemiciclo. Fue ese el momento en el que Burgos Núñez le dijo a Suárez que no se moviera cuando el presidente intentó enfrentarse a los asaltantes.

En esa época el hermano de Francisco, Ernesto, era árbitro de Primera División. Cinco grandiosas temporadas en la máxima categoría de nuestro fútbol (1977-1982) cortadas de raiz por un descenso extraño, Algunos dijeron en aquel tiempo que José Plaza, presidente de los colegiados españoles, no veía con buenos ojos al manchego (nacido en Ciudad Real pero adscrito al comité Vasco). Burgos Núñez pitó partidos importantes en la máxima categoría y llegó a arbitrar semifinales de Copa. Cuando le descendieron, el colegiado acusó al presidente de su comité de no haberle apoyado lo suficiente y achacó su pérdida de categoría a motivos extradeportivos.

Sin quererlo Ernesto Burgos fue un árbitro de película. El director de cine José Luis Garci rodó en el estadio de El Molinón de Gijón varias secuencias de la oscarizada "Volver a Empezar", durante un encuentro entre el Sporting y el Atlético de Madrid dirigido por Burgos Núñez. Sería uno de los últimos partidos que arbitraría. Se retiró en 1985, un año antes de que viniera al mundo nuestro tercer protagonista de este trío unido familiarmente

Hace una semana la Federación anunció los nuevos árbitros de Primera y uno de ellos es Ricardo De Burgos Bengoechea, hijo de éste último árbitro, sobrino del cabo de la Guardia Civil. La curiosa historia no deja de ser eso. Un chico que, abrumado por la enorme experiencia del padre, decide seguir sus pasos en el arbitraje. En medio una historia de una de las tardes más relevantes de este siglo, protagonizada casi en primera persona por su tío. El fútbol y la política unidos de una manera casi rocambolesca.

De Burgos Bengoechea viene bien avalado de Segunda División. Con una de las mejores calificaciones este año y teniendo unas actuaciones muy sobresalientes en la división de plata. Viene además respaldado por su juventud (29 años) con lo que, si no pasa nada (descenso de categoría) puede arbitrar 16 años en la élite.

Ricardo tendrá que luchar mucho por quedarse pero dicen que actitud tiene y aptitud también. Sólo le falta suerte y acierto, cruciales para la vida de un buen árbitro en Primera División. Sólo con tener la personalidad de padre y tío, va servido.

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