Es extraño ver una gira del Real Madrid sin la presencia de Florentino Pérez. Un mercado emergente como el de Australia, numerosos actos promocionales y dos partidos en un estadio lleno suelen ser el hábitat natural del presidente que sí tiene previsto viajar con el equipo pero en la segunda parte de la gira.
Florentino Pérez tiene previsto coger este viernes un vuelo cuyo destino será China, donde el Real Madrid disputará dos amistosos. Allí, al margen de representar al club y estar presente en bastantes actos promocionales, el presidente abordará varios asuntos "prioritarios". La todavía complicada situación de Sergio Ramos y darle más galones a Cristiano Ronaldo tras la marcha de Iker Casillas.
La última vez que Ramos y Florentino se vieron las caras fue el pasado 10 de julio en Valdebebas en el primer día de la pretemporada. De ese cara a cara, sólo trascendió una foto. No hubo cámaras de vídeo de por medio, y eso al presidente no le gustó. Quería que todo el mundo viera esa escena. Pese al abrazo afectuoso y la agradable charla que mantuvieron, la realidad es que la continuidad de Sergio Ramos no está garantizada.
En el club lo tienen muy claro. "Sergio Ramos no se vende", dicen. Han cambiado la postura -si es que fue cierta- de que traspasarían al defensa por 100 millones de euros. Tras la complicada salida de Casillas, no quieren que Ramos se marche. Lo dijo el propio Florentino en la despedida de Iker. "Hay jugadores que tienen contrato y que no vamos a permitir que se vayan", afirmó. Y el presidente cuida al milímetro todas sus palabras. Ese mensaje fue directo y claro.
La reunión entre Ramos y Florentino será en Guangzhou y sin cámaras de por medio. Estarían los dos solos y si hay alguien más, ese será José Ángel Sanchez, director general del club quien también viajará a China. El presidente quiere que Ramos continúe, quiere renovarle, pero no al precio que pide el defensa. La situación es complicada pero, desde hace bastantes días, la tensión entre ambos ha bajado considerablemente y el propio defensa ha dejado el tema de la renovación al margen. Está centrado en Australia y a diferencia de otros jugadores que están en el disparadero como David de Gea, él sí disputa los partidos del Real Madrid.
"Es el alma del vestuario. Si se marcha, no hay otro jugador como él", afirman desde el club conscientes de que no sólo perderían a un excelente defensa, sino también a un líder.
Cristiano, soprendido por lo que lee
Cristiano Ronaldo no está molesto con el Real Madrid ni con Rafa Benítez. Al menos eso es lo que afirma su entorno, que dice estar sorprendido por el interés de la prensa en enfadarle con su nuevo entrenador. Las palabras de Cristiano defendiendo la continuidad de Carlo Ancelotti, sumado a la nueva posición de Bale con mayor protagonismo, han dado lugar a un escenario en el que Ronaldo estaría molesto por el ascenso del galés. Esa es la otra misión de Florentino Pérez: darle más galones a Cristiano.
El presidente quiere transmitirle todo su apoyo. Sigue creyendo que el portugués es el jugador más determinante dentro del terreno de juego y el más rentable fuera de él. Si el Real Madrid va a cobrar casi 20 millones de euros por esta gira es, en gran parte, gracias a Ronaldo. Cuando se vean en China, le reiterará lo importante que es para el club.
En estos primeros días, Rafa Benítez está ensayando sistemas donde parece que Ronaldo no cambiará de posición y sí Bale, jugando por el centro. Son sólo pruebas porque los dos jugadores se intercambian de posición e incluso Benítez está ensayando con ellos de delanteros. El entrenador también está volcándose en el lado personal de Ronaldo. "Conocerlo y empezar a hablar de las cosas que pienso. Conocerlo mejor para sacarle rendimiento y que el equipo aproveche todo su potencial", dijo el pasado viernes. En esas primeras conversaciones, el entrenador busca ganarse la confianza de un jugador que para él, para el presidente y para todos sus compañeros es la referencia. Marcar más de 50 goles por temporada en los últimos seis años son más que suficientes para que Ronaldo no pierda galones por un simple cambio de posición de Bale.