Zinedine Zidane es un hombre de muy pocas palabras. Necesita poco para imponer y transmitir mucho. Es justo lo contrario de Rafa Benítez, hombre de discursos largos y tácticos. El nuevo técnico del Real Madrid, por su exitoso pasado como futbolista y su etapa como segundo entrenador con Carlo Ancelotti, tiene el respeto de toda la actual plantilla.
Lejos de realizar un discurso de autoridad o emotivo, Zidane tomó la palabra ante sus jugadores para dar una simple charla constructiva en la que la palabra "trabajo" fue la más empleada. Según han podido saber Libertad Digital y esRadio, el francés no empleó más que un par de minutos para dirigirse a sus jugadores y explicarles lo que espera de ellos y cuál es su filosofía.
"No empezamos de nuevo. Se han hecho cosas buenas y ahora vamos a intentar mejorar en todos los terrenos. Quiero que trabajemos bien, que trabajemos todos juntos y que lo hagamos con ilusión. Sobre todo, quiero el trabajo de todos. Vamos a salir a trabajar y a ganar", dijo ante la mirada de toda la plantilla.
Éste fue el grueso del discurso de un Zidane que, según varios testigos, "fue parco en palabras". Entre su personalidad y que no domina todavía el español, no puede ser un gran orador. "No puede transmitir todavía el mensaje al completo", explican. Tiempo al tiempo.
El francés lleva sólo cuatro días en su nuevo cargo y, de momento, no para de trabajar. Consciente de que ha comenzado con el inconveniente de empezar a mitad de temporada, tiene mucho trabajo por delante. El miércoles terminó de trabajar a las diez de la noche y comenzó a primera hora de la mañana. Horario parecido al del martes.
Zidane ha rechazado ofertas importantes, no sólo desde Francia, para entrenar al Real Madrid. Es su sueño y de ahí que "trabajar" sea su palabra más repetida. No es sólo de cara a la galería. Él es el primero en dar ejemplo.