Iker Casillas no pasa por su mejor momento deportivo. El de Móstoles comienza a quedarse solo, en cuanto a apoyos se refiere, en su aventura portuguesa. Las cosas se le complican por momentos. Su nuevo entrenador, José Peseiro, dio por "acabado" a Iker Casillas la temporada pasada. Una semana después de su llegada, Peseiro dejó claras sus intenciones. Exigió a la directiva de los Dragones el fichaje de un guardameta, lo que demuestra que su confianza tanto en Casillas como en el veterano Helton -cometió un error garrafal en el partido de la Copa de la Liga que supuso la eliminación del Oporto ante el modesto Famalicao- está, al menos, en entredicho. El elegido fue José Sá, de 23 años y que procede del Marítimo de Funchal.
Además de las dudas que genera la confianza que tiene depositada en él el nuevo míster, la mayor parte de la afición de los dragones y la prensa critican con dureza a un Iker al que ya han bautizado como 'Maos de Manteiga' por sus repetidos errores en el blocaje, sus dudas en los balones aéreos y la desconfianza que genera en su defensa .
A pesar de tener contrato en vigor durante dos temporadas más, su alta ficha y el escaso rendimiento deportivo, pueden hacer que el Oporto le enseñe la puerta de salida y facilite un cambio de aires a Iker.
- ¿Cuál sería su destino?
Antes o después Casillas terminará jugando en la MLS -la liga de Estados Unidos-. A pesar de que a Iker le gustaría estirar su presencia en el fútbol de alto nivel, no es de extrañar que este verano adelante su decisión y vuele a la Liga de Estados Unidos. El New York City Football, club que ha sido el gran protagonista de la MLS la temporada de su estreno juntando un tridente de quilates: Lampard-Pirlo-Villa, quiere apostar fuerte por Casillas y relanzar una liga norteamericana, que en estos momentos ve amenazada su posición de privilegio fuera de Europa por culpa de la pujanza de la Liga China.
El entrenador de los New York City es Patrick Vieira. El técnico galo se ha empeñado en traer a Casillas y ha pedido a sus propietarios que le ofrezcan ser la imagen del equipo y una serie de incentivos económicos para superar el escollo del tope salarial colectivo y para terminar de convencer a Iker. Es tal la confianza que tiene Vieira en el fichaje de Casillas que se ha quedado con tan solo dos guardametas en su plantel para comenzar un Liga que dará el pistoletazo de salida en menos de un mes.