Mucha tensión y rabia contenida en el seno del Atlético de Madrid. Tras lo sucedido en el Camp Nou con la actuación de Felix Brych, varios representantes de la entidad rojiblanca salieron a la palestra para defender los intereses del club. Enrique Cerezo, presidente del Atlético, y Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado, fueron los encargados de dar su opinión en varios medios de comunicación.
Según ha podido saber en exclusiva Libertad Digital, antes de estas declaraciones, un miembro destacado del organigrama deportivo del Atlético de Madrid se puso en contacto con Gil Marín para asegurarle en un tono serio y contundente que "alguien tenía que salir en defensa del Atlético ante la falta de respeto de la UEFA". Esta persona le comunicó al consejero delegado del conjunto rojiblanco que si nadie defendía al club sería él mismo el que lo haría y sin morderse la lengua. La amenaza, fruto de la tensión vivida anoche, fue clara y concisa.
La reacción de Gil Marín no se hizo esperar y minutos después, el consejero delegado del Atlético de Madrid salió en defensa del club en palabras recogidas por el diario Marca: "El fútbol no es patrimonio de los ocho grandes clubes de Europa, el fútbol es de todos y debe ser así, el fútbol no puede ser la dictadura de los más grandes. Cosas como las de esta noche quitan la ilusión de poder competir en igualdad de condiciones".
El Atlético de Madrid sigue indignado aunque con mayor tranquilidad en sus oficinas. El club rojiblanco está pendiente de una posible sanción a Filipe Luis por sus palabras en el día de ayer, pero comparten cada una de las afirmaciones que el lateral brasileño dijo ante los medios de comunicación.