Viendo cómo está la clasificación de la Liga a estas alturas es difícil aventurarse a definir qué equipo tiene más opciones de llevarse el triunfo final. Lógicamente es el Barcelona el que, ahora mismo, sigue siendo favorito porque es el líder y tiene el golaveraje particular ganado a sus dos perseguidores, Atlético de Madrid y Real Madrid.
El favoritismo del Barcelona en caso de empate con uno de sus rivales no se queda ahí ya que en caso de triple empate, el conjunto de Luis Enrique saldría beneficiado de la norma de la LFP y lo haría por méritos propios.
En caso de triple empate final, la ley indica que se definiría al campeón con el cómputo global de puntos conseguidos en los enfrentamientos directos con sus rivales por el título. En este caso, el Barcelona sumaría 9 puntos con dos victorias ante el Atlético y una sobre el Real Madrid. Los rojiblancos tendrían cuatro con un triunfo y un empate ante los blancos, que tendrían a su vez idéntico balance con la diferencia de que su victoria la lograron en el Camp Nou, no contra su rival vecino.
Si el empate se hubiese mantenido y no se pudiese decidir por esta especie de ‘liguilla’, la norma dice que se revisaría el balance de goles a favor en esos duelos directos para buscar al campeón y por último el golaveraje general. Esa situación no se puede dar en la presente temporada por la superioridad clara del Barcelona en los choques ante Atlético y Real Madrid.