Las decisiones tomadas por el técnico del Bayern de Múnich en el partido ante el Atlético de Madrid, en el que los alemanes cayeron por 1-0, no han sido bien recibidas por gran parte de los aficionados ni por la prensa germana, que no ha dudado en criticar contundentemente al entrenador catalán.
La gran pregunta que se hacen los teutones es por qué Tomas Müller vio gran parte del partido desde el banquillo, y periódicos como Kicker titulan: "Once inicial de Guardiola: un error". A continuación explican que "ha salido con un equipo muy arriesgado, que ha tenido como consecuencia la no presencia de Müller desde el comienzo" y afirman que "Guardiola voluntariamente ha excluido no sólo a su segundo mejor goleador con esta decisión testaruda, sino también un líder absoluto".
Kicker también destaca que "Guardiola ha revelado una vez más sus déficits en este juego ya que tampoco sacó en el once inicial a Franck Ribery" y alegan que "aunque el francés no está en su mejor momento, en un estadio con el ambiente del Calderón habría sido el futbolista más adecuado, ya que tiene una gran experiencia y es una autoridad con la pelota".
Tras el descanso, y a pesar de ir por debajo en el marcador, Guardiola mantuvo el once inicial, lo que aumentó el enfado de los bávaros. La prensa alemana ha publicado que "en lugar de corregir sus errores de inmediato, esperó hasta el minuto 70 para sacar al campo a Müller, quien habría sido el hombre ideal para el cuerpo a cuerpo en el área y un aliado sin duda útil para el solitario Robert Lewandowski".
Debido a estos factores, los alemanes no se sienten muy optimistas de cara al partido de vuelta, y diarios como Sport1 vuelven a recordarle a Pep que "ha fracasado en la tarea de encontrar el equilibrio entre una defensa segura y un ataque que cree peligro, contra el Real Madrid y el FC Barcelona, y que ante el Atlético no hay signos de mejora".
Por último, las declaraciones de los futbolistas y del técnico del conjunto de Baviera al finalizar el encuentro han sonado a burla a la prensa germana, que lo refleja afirmando que "Guardiola sí está contento con el 75 por ciento de la posesión" y que "para los jugadores el césped es el culpable".