El Leicester City es el nuevo campeón de la Premier League. Un equipo de clase media-baja de la liga inglesa, que jamás en sus 132 años de historia había ganado nada relevante.
Un equipo que el año pasado estuvo varias jornadas en puestos de descenso. Un plantel repleto de retales, jugadores rebotados de otros equipos, con historias tan maravillosas como las de Riyan Mahrez, que hace dos años jugaba en la segunda división de Francia, o un Jamie Vardy que hace seis años, con 23, compaginaba el fútbol con un arduo trabajo en una fábrica de férulas. Un equipo que juega en una ciudad de 300.000 habitantes, Leicester, que ha sido históricamente más de rugby que de fútbol.
Un milagro, el mayor en la historia del fútbol, cuyo arquitecto es Claudio Ranieri. Un Ranieri que llegó a los zorros con ganas de revancha tras ser enterrado deportivamente después de su fracaso con la selección de Grecia -no consiguió clasificarla para la Eurocopa-.
Ahora el sueño de toda una familia, los foxes, se ha cumplido tras la reacción del Chelsea ante el Tottenham en Stamford Bridge (los blues remontaron un 0-2 en la segunda mitad). Los jugadores del Leicester, que este domingo empataron a uno en el Teatro de los Sueños ante el United, esperaban el pinchazo de los spurs. Toda la plantilla se reunió en casa de Jamie Vardy para ver el partido, y así reaccionaron cuando se convirtieron en campeones de la liga inglesa.
CHAMPIONS!!!! pic.twitter.com/pFtvo5XUNx
— Christian Fuchs (@FuchsOfficial) 2 de mayo de 2016
Solo un dato para reflejar lo inesperado de lo conseguido por el Leicester City. William Hill, una de las casas de apuestas con más solera, ha hecho público que el título de los foxes ha supuesto las mayores perdidas para las arcas de las casas de apuestas en 20 años. A principio de liga, que el equipo de Ranieri ganara la Premier cotizaba nada más y nada menos que a 5.000 libras por libra apostada. 37 valientes confiaron en el milagro y ahora se frotan las manos.
Una plantilla extremadamente ajustada a un presupuesto limitado junto con el ingenio y la experiencia de un técnico al borde de la jubilación, han firmado una historia maravillosa que hace creer a los humildes. La conquista de la Premier por el Leicester ha devuelto el romanticismo y la magia al deporte y deja una moraleja: nunca dejes de soñar. La mayor gesta de la historia del fútbol ya es una realidad.