El Manchester United y José Mourinho viven horas bajas. Los Diablos Rojos, que sólo han ganado cinco partidos en la Premier League en trece jornadas -están a once puntos del líder Chelsea-, volvieron a pinchar en casa el pasado fin de semana (1-1 contra el West Ham), en un encuentro en el que el técnico portugués fue expulsado.
El colegiado Jonatahn Moss no titubeó a la hora de expulsar a Mou por criticar de forma airada una tarjeta amarilla a Paul Pogba en el minuto 27. El francés se había tirado en una disputa con Mark Noble, que había metido la pierna pero sin llegar a tocarle.
Mourinho protestó al árbitro por considerar que el francés había simulado una falta. Su reacción fue pegar una patada a una botella e increpar la decisión de Moss corriendo y con los brazos en alto. El colegiado no se lo pensó dos veces y le sacó la roja directa.
Es la segunda vez que Mourinho es expulsado esta temporada, después de que también viera la roja hace un mes contra el Burnley, en partido de la décima jornada de la Premier League, por criticar un penalti no pitado. Por aquella expulsión fue sancionado con un partido. Ahora, el hecho de ser reincidente le podría costar una sanción mayor e incluso el árbitro Graham Poll habla, en el rotativo Daily Mail, de un castigo que podría llegar a los seis partidos.
Lo cierto es que la sanción mínima es de dos encuentros.