Ni era necesario para ganar ni lo merecía el rival en cuestión. El Atlético de Madrid dejó sentenciada su eliminatoria ante el Guijuelo aunque lo hizo con un inicio que cualquier seguidor rojiblanco con cabeza y espíritu deportivo querrá borrar de su memoria cuanto antes.
El primer gol del partido, el tanto que abrió la cuenta y empezó a matar el doble duelo ante un meritorio equipo de Segunda B, llegó en una maniobra habitual en el mundo del fútbol, para que negarlo, pero horrible a nivel deportivo y encima, mal ejecutada.
Carrasco fue el protagonista y ésta vez para mal. El belga se dejó caer de forma clara en área rival y Undiano, culpable como el que más por el nivel y la categoría que ostenta, picó con el engaño y se comió el ‘piscinazo’. El gol de Saúl a la media hora de juego finiquitó la contienda.
Más allá de la acción del penalti, el Atlético de Madrid no realizó una gran primera parte ante el Guijuelo. El más incisivo fue Nico Gaitán, sabedor de la importancia de recuperar la visión que tenía el Cholo de él antes de ficharle. El argentino corrió, presionó, defendió y dio juego. Lo mismo pasó con Correa, otro ejemplo más de lo que hay que sufrir para jugar en el Atlético más competitivo de la historia.
No fue de sobresaliente el primer acto visitante, pero tampoco de suspenso y el cuadro rojiblanco fue de menos a más en todos los sentidos. Carrasco falló más de la cuenta, quizá y momentáneamente por el karma, mientras que Vrsaljko hizo todo lo contrario con el 0-2. Balón largo de Thomas, golpeo difícil del croata y primer gol con la camiseta rojiblanca. Simeone sabe que tiene un guerrero más esperando en la retaguardia.
Demostración de poderío
Poniendo las dos manos en el fuego, seguramente nadie se quemaría al decir que sin el penalti mal pitado, el Atlético de Madrid habría acabado ganando el partido y eso quedó demostrado en la reanudación.
Carrasco se encargó de pasar de demonio a ángel haciendo lo que mejor sabe y lo que le hace ser un jugador diferente para bien. El belga, al que no hay que matar por una jugada que hasta la fecha era inédita en él, puso una marcha más en los minutos iniciales de la segunda mitad marcando dos goles, uno de extremo y otro de nueve nato. Así es Yannick. Te puede marcar a la contra con su velocidad o a puerta vacía como un ariete al uso.
El 0-4 provocó que Simeone fuese de canterano a canterano tirando porque le tocaba. Entraron Olabe, Rober y Juan Moreno. Antes de esas variaciones, Correa ya había marcado el 0-5 firmando una buena actuación con gol incluido.
El físico y el ritmo del partido acabaron reventando las piernas de muchos jugadores del Guijuelo que vivieron la recta final del choque con una agonía épica en un equipo al que sólo con estar le valía. Lo mismo le pasó al canterano rojiblanco Rober. A él le bastaba con jugar, pero a eso le sumó su primer gol oficial con el Atlético cerrando el set copero del cuadro de Simeone.
Los rojiblancos se marcharon de Salamanca con el pase en el bolsillo y sin demasiados sobreesfuerzos. Carrasco, el gran protagonista, dará que hablar, pero de él dependerá que su parte más ‘oscura’ no vuelva a aparecer. Los que le conocen no dudan de ello. Tampoco lo hacen del Atlético que quiere volver a saborear las mieles coperas.
Ficha técnica
CD Guijuelo, 0: Kike Royo, Álvaro (Néstor, min. 57), Aitor Aspas, Ayala, Héctor, Juliá, Piojo, Luque, Pino, Maiki (Jonathan, min. 57) y Carmona (Dimas, min. 72)
Atlético de Madrid, 6: Moyá, Vrsaljko, Savic, Giménez, Lucas, Caio (Juan Moreno, min. 68), Thomas, Saúl, Gaitán, Carrasco (Roberto, min. 57) y Correa (Olabe, min. 80).
Goles: 0-1: Min. 28, Saúl, de penalti. 0-2: Min. 44, Vrsaljko. 0-3: Min. 48, Carrasco. 0-4: Min. 53, Carrasco. 0-5: Min. 57, Correa. 0-6: Min. 84, Roberto
Árbitro: Undiano Mallenco (Colegio navarro). Amonestó a Héctor (Guijuelo) y a Savic (Atlético de Madrid)
Incidencias: Partido disputado en el veterano Estadio Helmántico ante más de 16.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por la tragedia aérea en Colombia del club brasileño del Chapecoense