Samir Nasri ha sufrido una broma de muy mal gusto. "Alguien ha hackeado mi cuenta y trató de difundir rumores que son falsos, pido disculpas a todos los involucrados", escribió en su cuenta oficial de Twitter el jugador del Sevilla en la noche del martes.
Todo surgió a raíz de una foto del francés en la que aparecía junto a una enfermera después de haber recibido un tratamiento con vitaminas en una clínica de Los Ángeles.
"Hemos proporcionado a Nasri un tratamiento para mantenerle hidratado y con la máxima salud durante su ocupada temporada de fútbol con el Sevilla", escribía la cuenta en Twitter de Drip Doctors, la clínica californiana que ha tratado al futbolista francés.
Después, la cuenta oficial de Nasri, que fue suplantada, respondía con el siguiente mensaje, cargado de contenido sexual: "También me proporcionasteis un servicio sexual completo justo después. Así que, chicos, aseguraos de pedir este servicio. Esa puta vino y me folló la misma noche".
Y continuaba: "Lo siento chicos, simplemente tenía que hacer saber al mundo que mi novia Anara estaba conmigo en el momento en que había reservado a esta chica para darme el tratamiento. Cuando llegó, Anara había salido de la habitación y esta chica me pidió mi número para salir conmigo esa noche. Ella entonces continuó dándome un servicio completo en mi habitación de hotel, así que duplicó sus servicios.Chicos, sólo os aviso sobre este servicio de @DripDoctors".
Los tuits acabarían siendo borrados, pero fueron a más: "Todo lo que he dicho era realidad al 100%. La chica de la imagen es Jamilah. Llegamos a mi habitación a las tres de la mañana y continuó con otros servicios que no vienen en su menú. Desafortunadamente, mi Twitter sigue eliminando los tuits.Pero sólo quiero decirles a los chicos que estén en la zona y se sientan solos que vayan a @DripDoctors".
Finalmente, y tras haber borrado esos y otros mensajes incluso más subidos de tono, Nasri aclaraba el malentendido asegurando que su cuenta había sido víctima de un hackeo.