El Manchester United mostró este miércoles su falta de concentración en la Premier League tras empatar sin goles ante el Southampton en el St. Mary's Stadium en un duelo aplazado de la jornada 28, ya que los de José Mourinho están pensando en la final de la Europa League que jugarán el próximo día 24 ante el Ajax, porque pase lo que pase en el último encuentro del campeonato regular terminarán como sextos clasificados.
Los visitantes, que eliminaron al Celta a las puertas de la final de Estocolmo, buscarán la próxima semana añadir a sus vitrinas la única competición europea que no han conseguido y que les daría un billete para la Liga de Campeones la temporada que viene. Ese factor, añadido a que ya tienen asegurada una sexta plaza de la que no pueden escapar por arriba ni por abajo, fueron los motivos por los cuales los de Manchester fueron inferiores ante el octavo clasificado y confiaron el marcador a su portero.
Los red devils parecieron acusar falta de motivación en la Premier, donde encadenaban dos derrotas seguidas, desde el comienzo del partido. Eric Bailly concedió un penalti a los cinco minutos del pitido inicial por una mano dentro del área, pero su error lo subsanó Romero con una estirada perfecta a su palo derecho para desviar el disparo de Gabbiadini. Esa sería la mejor oportunidad de gol de toda una primera mitad que estuvo muy igualada, pero más por defecto que por exceso de ocasiones.
El meta argentino mantuvo a los suyos en la lucha con dos buenas intervenciones a la vuelta de los vestuarios. Los visitantes, ante el dominio de balón por parte de los de Claude Puel, confiaron sus opciones de gol a los contraataques, y estuvo a punto de surtir efecto cuando Martial mandó el balón a la madera en una ocasión muy clara a falta de veinte minutos. Los minutos finales fueron una representación de lo que se juegan ambos equipos en la Premier en el último partido.