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O Parrulo, la increíble gesta de un modesto que enorgullece al mundo del deporte

El equipo ferrolano, con el menor presupuesto de la categoría, consigue el ascenso a División de Honor. De media, los jugadores cobran 150 -200 euros

El Primer Palo (29/05/17): Entrevista-O Parrulo

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El equipo ferrolano, con el menor presupuesto de la categoría, consigue el ascenso a División de Honor. De media, los jugadores cobran 150 -200 euros

En el deporte, como en la vida, el dinero es importante. Los presupuestos de los diferentes equipos suelen marcar los objetivos de una temporada y, por norma general, los más ricos dominan el mundo. Sin embargo, el dinero no es siempre sinónimo de éxito en el deporte. En ocasiones, los modestos se revelan y firman gestas que quedan para la historia. Algo así, es lo que ha ocurrido en la División de Plata de Fútbol Sala de nuestro país. El protagonista de este cuento de hadas deportivo tiene un nombre peculiar. O Parrulo. Equipo ferrolano que ha tirado la puerta abajo y ha conseguido, contra todo pronóstico, el ascenso a la División de Honor.

Da igual que fuera el presupuesto más bajo de la categoría, da igual que el entrenador, Diego Ríos, de tan sólo 33 años, fuera más joven que alguno de los jugadores a los que entrena, da igual que sus rivales tuvieran un potencial deportivo, a priori, superior. La ilusión, la constancia, el jugar sin presión, la creatividad para dar una patada a las piedras que aparecían por el camino, el grupo humano que se formó en un vestuario que es como una gran familia, han sido algunas de las claves que han hecho que el O Parrrulo obrara el milagro y, con tan sólo tres jugadores profesionales en sus filas, terminarán zampándose a gigantes que les triplicaban en presupuesto.

Los ferrolanos, que se habían fijado como objetivo la permanencia, se colaron en el Play Off de ascenso. Séptimo puesto y en el horizonte dos eliminatorias contra rivales de enjundia, Antequera y Elche, para lograr un imposible, el ascenso. Desde ese momento, empieza una campaña en el conjunto de A Malata. "Vamos a soñar". Sin embargo, para seguir soñando había un obstáculo en forma de pesadilla: nadie había previsto que los pupilos de Ríos se clasificaran para las eliminatorias por el ascenso. No había presupuesto. Tras recibir un portazo en las narices del Concello de Ferrol, todo parecía perdido. Renunciar a disputar el Play Off parecía inminente. Sin embargo, los gladiadores ferrolanos no iban a tirar la toalla. Jugadores que cobran de media 150 y 200 euros al mes, decidieron no cobrar su última nómina para que el club pudiera financiar los viajes.

Con el factor cancha en contra, O Parrulo ganó en el partido de desempate al Antequera y, posteriormente, al Elche. Contra los ilicitanos, tras perder el primer partido en Ferrol, los de Ríos consumaron la proeza después de dos victorias consecutivas en territorio enemigo. Cuando nadie daba un duro por ellos. Increíble. No había tiempo para muchas celebraciones, las dos furgonetas alquiladas esperaban con los motores encendidos. Cenar unas pizzas en pleno pabellón, carretera y manta. Había que recorrer más de 1000 kilómetros para llegar a Ferrol.

Nueve horas de viaje. Al día siguiente, los gladiadores dejaban aparcadas las botas y se ponían el mono de trabajo. Algunos debían acudir a la facultad, otros a sus labores. Exhaustos, pero felices. Ellos son los protagonistas de uno de los mayores hitos en la historia del fútbol sala de nuestro país.

Rubi, el goleador del equipo, desgrana en El Primer Palo la increíble historia del equipo ferrolano.

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