El nuevo AC Milan es una realidad. La gran inyección de dinero con origen en China y con el empresario Li Yonghong a los mandos, ha supuesto que el conjunto italiano vuelva a estar entre los equipos favoritos a hacerse con el título del Calcio. Desde la temporada 2011-2012 los rossoneri no han visto ningún trofeo nuevo en sus vitrinas y ahora, lejos de Berlusconi, buscan de nuevo estar en lo más alto.
Las dos últimas grandes noticias para los aficionados milaneses son la renovación de Donnarumma y la llegada de Bonucci. El guardameta, durante tanto tiempo vinculado con el Real Madrid, llegó a un acuerdo para ampliar su contrato hasta 2021. Atrás parecen haber quedado los incidentes con los billetes durante la disputa del Europeo Sub-21 y los enfrentamientos con los ultras.
El defensa, procedente de la Juventus y que obtendrá la capitanía y con ello el brazalete hasta 2022, se convierte en un pilar sobre el que cimentar este ambicioso proyecto. Abandona al actual campeón del Scudetto para recalar en un club que quiere volver a ser un gigante, un movimiento arriesgado pero atractivo.
El gasto en fichajes asciende hasta los 212 millones, empleado en grandes nombres para reforzar cada una de las posiciones en el campo. Hasta ocho traspasos se pueden contar, entre los que se incluyen: Musacchio, Lucas Biglia, Kessié, Ricardo Rodríguez, Borini, Conti y Calhanoglu. Jugadores que hacen soñar con una nueva etapa gloriosa a toda una ciudad entera. Un equipo que infunda miedo y peligro por los campos de Europa y que vuelva a convertirse en un referente como modelo.
Aún queda mucho verano por delante y seguramente mucho dinero que invertir por parte de la nueva directiva del club italiano. Buscan hacerse con un atacante que sea referencia y Álvaro Morata suena con fuerza, gracias a la llegada de Bonucci (excompañeros en la Juventus) y por la relación de amistad que les une.