La afición del Barcelona empieza a desesperarse. Después de una temporada decepcionante, en la que el equipo ganó dos títulos menores como la Supercopa de España y la Copa del Rey, el soci culé reclama fichajes de postín para poder hacerle sombra el próximo curso al Real Madrid, que en la campaña 2016/17 conquistó cuatro títulos: la Supercopa de Europa, Mundial de Clubes, Liga y Champions.
De momento sólo han aterrizado dos jugadores en el Camp Nou en estas últimas semanas: Gerard Deulofeu, al que han recomprado al Everton por 12 millones de euros, y Nelson Semedo, un lateral derecho portugués, procedente del Benfica y semidesconocido en el panorama internacional, que le ha costado al Barça 30 millones de euros. Poca chicha para un club que presume de tener cinco Copas de Europa, 24 ligas y 29 Copas del Rey, entre otros títulos.
Verratti, Dembélé, Bellerín, Yerry Mina... son algunos de los nombres que vienen sonando con fuerza para reforzar la plantilla barcelonista este curso. Y a ellos hay que sumarles el de dos brasileños: el mediapunta Philippe Coutinho y el mediocentro Pauliho.
El primero de ellos es el gran objetivo del nuevo Barça de Ernesto Valverde, aunque el Liverpool tasa la salida del joven futbolista, de 25 años, en 90 millones de euros. Para poder tener cash, la entidad culé necesitaría dar salida a jugadores que no han acabado de convencer con la camiseta azulgrana, como es el caso de Arda Turan o André Gomes, por citar algunos nombres.
Además, la llegada de Coutinho al Camp Nou contentaría a su amigo Neymar. El crack de Mogi das Cruzes se debate entre la espada y la pared: hoy por hoy, parece tener pie y medio en el París Saint-Germain pese al tuit de Gerard Piqué asegurando que el brasileño "se queda" en el Barça.
Por su parte, Paulinho se ha convertido en el plan B de la secretaria técnica barcelonista, encabezada por Robert Fernández, ante la más que previsible negativa del PSG de desprenderse de uno de sus grandes puntales como es Marco Verratti. El problema es que el club en el que milita, el Guangzhou Evergrande, se niega a vender ahora a Paulinho al Barça, aunque sí estaría dispuesto a abrirle la puerta de salida en el mercado de invierno.
Cabe recordar que hace tres semanas, el club chino rechazó una oferta del Barça de 25 millones de euros por el futbolista de Sao Paulo, de 29 años y que, al igual que Coutinho, también es uno de los mejores amigos de Neymar dentro del fútbol.
Parece que el culebrón Paulinho puede ir para largo, mientras que la llegada de Philippe Coutinho a la Ciudad Condal tampoco está nada clara en este momento. Neymar se quedaría así con un palmo de narices, sin ver cómo el Barça puede fichar a dos de sus mejores amigos. ¿Significaría esto el adiós de Ney al Camp Nou y su marcha al PSG? El tiempo lo dirá...