La operación Soule sigue arrastrando todo el fango que Ángel María Villar y sus aliados dentro de la Real Federación Española de Fútbol han dejado en la misma tras varias décadas al mando. El Confidencial ha tenido acceso al sumario de la investigación y en parte de la investigación se ha descubierto que Villar repartió entre sus amigos unos 2.5 millones de euros destinados al fútbol base.
Según recoge el Juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, Villar permitió que el 1% de los ingresos procedentes de la quiniela y que estaban destinados a la creación de campos para el fútbol base acabasen siendo distribuidos a dedo entre las federaciones territoriales que más afines eran a su persona.
"Así, habría favorecido la adjudicación con cargo al porcentaje del 1% de las quinielas de obras a empresas vinculadas a él o a sus familiares, incumpliendo la normativa de conflicto de intereses de la Ley de Sociedades de Capital, los estatutos de la RFEF y el código de buen gobierno, beneficiándose de dichas adjudicaciones mediante la obtención de posibles contraprestaciones a su favor y en detrimento del patrimonio federativo", confirma el sumario.
Para mayor concreción, el Juzgado habla de que el 78% de las obras realizadas por la Federación de Fútbol Tinerfeña, presidia por el que fue vicepresidente de la RFEF, Juan Padrón, habría sido financiada con parte del dinero antes mencionado.
Por otro lado, se habla de más asuntos turbios con Villar como protagonista. El dirigente transfirió más de 2,5 millones de euros desde depósitos suizos a cuentas españolas entre 2014 y 2017. Su explicación es que era el dinero que él mismo recibía por sus cargos en UEFA y FIFA. Además de todo lo antes relatado, una llamada intervenida en 2017 sirvió para comprobar que Villar tenía en una cuenta de Caja Laboral una cantidad de 1.821.000 euros. En dicha conversación telefónica consultaba a la entidad si había recibido ya una transferencia procedente de Suiza.