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Simeone ya tiene al Griezmann que gana partidos para su Atlético (2-1)

Los rojiblancos se impusieron ante la Real Sociedad con la primera remontada en el Metropolitano. Griezmann marcó en el 88’ el tanto de la victoria.

Los rojiblancos se impusieron ante la Real Sociedad con la primera remontada en el Metropolitano. Griezmann marcó en el 88’ el tanto de la victoria.
Piña alrededor de Griezmann en el 2-1. | EFE

Diego Pablo Simeone es hombre de juegos mentales. Para bien o para mal si eres jugador del Cholo y te quiere motivar tienes que esperar que te baje los humos si estás en el mejor momento, que los mantenga activos sin excesos o que te tire un dardo envenenado si tu rendimiento no es el adecuado. Y eso último fue lo que le pasó a Griezmann hace unas semanas.

Hace muy poco, Simeone pronunció la siguiente frase: "No tenemos un jugador que gane partidos". Mensaje indirecto, pero muy directo para Griezmann. Ante la Real Sociedad, por fin llegó la respuesta contundente de Antoine y no con palabras sino con el gol que hace ganar partidos. Dio atisbos ante Roma y Levante. Subió el nivel de su juego. ¿Faltaba algo más? Sí, ser el Griezmann que desnivela choques y hace sumar tres y no dos puntos.

Fue un gran partido el vivido este fin de semana en el Wanda Metropolitano porque la Real Sociedad se lució en la primera media hora, el Atlético hizo lo propio durante una hora para remontar, pero los visitantes jamás vieron lejos el 1-2 pese a terminar 2-1. Pudo pasar de todo y siempre a un ritmo altísimo. Hasta la fecha, el mejor partido en el nuevo estadio colchonero y por fin con un Griezmann demostrando que la vitola de estrella es merecida y no impuesta por casualidad.

De 100 a 0 y de 0 a 100

Al buen seguidor del fútbol le gustó la primera parte en el Wanda Metropolitano y acabaría fascinado con el resto del choque. La Real Sociedad jugó una media hora inicial perfecta y los últimos quince minutos del Atlético, ya por detrás en el resultado, dejaron varias ocasiones en el tintero y un aroma a segunda parte interesante.

El equipo de Eusebio venía de caer eliminado ante un Segunda B en la Copa del Rey aunque ese hecho no sería una losa para los vascos. Sólo hay que repasar su inicio en Madrid. Los donostiarras tuvieron el balón como a ellos les gusta y sumaron a la posesión una increíble verticalidad por banda a base de andanadas de sus laterales e interiores. Con Xabi Prieto y Willian José fijando marcas, Oyarzabal abusó de Thomas y Filipe lo pasó realmente mal por el flanco izquierdo. Picotazo tras picotazo provocaron el pánico y la pareja Giménez-Godín acabó agobiada cada vez que la Real cruzaba el centro del campo.

El Atlético, por su parte, abusó de buscar a Gameiro en largo y casi le sale bien nada más comenzar el choque con un balón que dejó prácticamente sólo al francés ante Rulli. El galo se durmió, algo que siempre se le achaca, y la oportunidad se perdió. Decía Simeone en la previa que con Gameiro, Griezmann está más cómodo, pero sólo se notó al inicio y al final de la primera mitad, porque por momentos sería Antoine el que abandonaría la segunda línea para estar en punta. Esa combinación no suele salirle bien a Simeone ya que el ‘7’ se pierde tan arriba. Táctica aparte, si Gameiro marca la que tuvo, otro gallo cantaría.

Penalti clave

La Real Sociedad fue aumentando su superioridad hasta que en el minuto 27 llegó el penalti de Oblak sobre Oyarzabal que acabó con el gol de Willian José. Premio justo a la imagen dada por ambos equipos y que terminó de activar al Atlético. De ahí el doble enfado de la afición: uno por el gol y el otro por tener que esperar al 0-1 para ver a su equipo lanzado en campo contrario.

Los últimos quince minutos del primer acto fueron un intento tras otro del Atlético por igualar la contienda. La verdad es que lo mereció, pero Correa estuvo mal en las dos claras de las que dispuso. En la primera por el buen blocaje de Rulli y en la segunda por no ver a Griezmann sólo para empujar el balón. En los últimos tres partidos, el Cholo ha recuperado el gol de su equipo, pero sigue sintiendo que falta mala leche en los metros en los que hay que pensar poco y pegar más.

Dominio local, peligro visitante y Griezmann

Como acabó la primera parte empezó la segunda. El Atlético tiene en su mochila mental mucha más confianza desde su victoria en Riazor y sabe que ahora sí tiene la precisión necesaria y las sensaciones para remontar partidos adversos. La Real Sociedad fue incapaz tras el descanso de repetir las excelentes maneras demostradas hasta el 0-1 y con el miedo a la palabra "remontada" aún en la cabeza tras la Copa se acobardó y el Atlético se puso el disfraz épico para llevarse el partido.

No fue tarea fácil para el cuadro de Simeone ya que mantuvo su nivel de juego y su regularidad a nivel de ocasiones, pero también erró y falló todo lo que tuvo. Correa pareció Vietto en Copa y si en la primera parte tuvo dos claras, en la segunda lanzó a las nubes un balón que sólo tenía que empujar a gol. Griezmann también lo intentó sin suerte. Esos errores hace unas semanas hubiera enterrado al Atlético. Ahora no. Filipe empató en el 63 y llegó la locura.

Anarquía pura fue lo que se vivió tras el 1-1. Los rojiblancos siguieron dominando, tuvieron las mejores oportunidades y Simeone aumentó la puja por la victoria con Torres y Carrasco. El problema es que la Real Sociedad tuvo muy cerca el 1-2. Oyarzabal siguió exhibiéndose y entre Willian José, Xabi Prieto y Zurutuza se repartieron las claras ocasiones de gol del equipo txuri-urdin. Incluso Giménez rozó el tanto en propia puerta.

El correcalles ya estaba establecido sobre el tapete del Metropolitano para alegría del espectador neutral. Por el contrario, en las bandas, Simeone y Eusebio casi colapsan. 2-1, 1-2, 2-1, 1-2… El partido se movía en esas variantes a la velocidad del rayo, pero había alguien que quería zanjar debates sobre su persona y ese era Antoine Griezmann. El '7' fue el más listo aprovechando un cabezazo bombeado de Saúl y entrando como el pillo que es al segundo palo para marcar en el 88' el gol de la victoria. Simeone cambió al galo justo después y el abrazo entre ambos demostró que las indirectas a veces funcionan.

El Atlético suma y sigue en la Liga como invicto y, ojo, Griezmann por fin sólo habla en el campo, no fuera.

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