Cuatro goles en media hora para apagar el sueño del Celta, que llegaba al Camp Nou dispuesto a volver a dar la sorpresa, como ya hizo hace 40 días en Liga (2-2), y meterse en los cuartos de final de la Copa. Nada más lejos de la realidad. Porque el Barcelona, liderado por un magnífico Leo Messi, firmó una primera media hora de ensueño marcando cuatro goles, mientras que la manita la rubricaría en la recta final Ivan Rakitic, con todo el pescado ya vendido.
Después del 1-1 de la ida en Balaídos, el equipo de Juan Carlos Unzué, gran conocer del cuadro catalán, soñaba con volver a eliminar a otro gigante, como ya hizo hace dos temporadas con el Atlético y el curso pasado con el Real Madrid, al que venía de barrer hace apenas cuatro días en Vigo en una gran segunda parte (2-2).
Pero lo cierto es que los celestes se acabarían llevando un baño de realidad desde muy pronto. En cuanto a Messi le dio la gana. Con la inestimable colaboración de Jordi Alba. Dos goles del argentino en apenas dos minutos, ambos rematando sendos pases del lateral internacional, le bastaron al Barça para poner la eliminatoria patas arriba.
De nuevo la sociedad Messi-Alba saliendo a relucir. Ambos están de dulce y ahora mismo forman una de las parejas más en forma del fútbol mundial.
Pero el genio Leo no sólo marca, sino que también asiste. Como hizo en la jugada del 3-0 al inventarse un pase estratosférico hacia Jordi Alba que el internacional español aprovechó a la perfección para batir a Sergio y poner tierra de por medio. Todo visto para sentencia en el Camp Nou gracias a la conexión del 10 y del 18 culés.
Poco después llegó el cuarto, que marcó Luis Suárez tras aprovechar un regalo de Pione Sisto. El partido acaba de superar la media hora y la eliminatoria estaba más que sentenciada. Y eso que el resultado podía haber sido aun más abultado al descanso, si Iniesta y Suárez hubieran aprovechado otros dos regalos de Messi —un pase de espuela y otro de cabeza—, que iba desplegando todo su repertorio de trucos ante la impotencia de los jugadores celestes.
Tras el descanso, Unzué sentó a Iago Aspas y a Wass, en un claro mensaje de que había decidido firmar su capitulación, mientras que Valverde metió en el campo a Vermaelen por Piqué, a quien reservó con vistas al choque liguero del próximo domingo en Anoeta.
El Txingurri también dio descanso a Messi a la hora de juego para que el Camp Nou le rindiera merecida pleitesía. En lugar del argentino entró Dembélé, el gran animador de la recta final del choque. El público tenía ganas de disfrutar del francés y éste confirmó que la lesión ya está olvidada y que puede ofrecer grandes noches de fútbol con la camiseta azulgrana.
Dembélé hizo las delicias del público con un caño y un quiebro en el área rival, mientras que Maxi Gómez tuvo la principal —y prácticamente única— ocasión del Celta en la segunda mitad, aunque cuando ya había sentado a Vermaelen y se disponía a batir al meta holandés, apareció Semedo para terminar robándole la cartera por detrás y evitar el gol celeste.
La manita llegó a tres minutos del final. Con la firma de Rakitic, que se presentó en el área libre de marca para rematar de cabeza un córner botado por Dembélé y batir a Sergio Álvarez. Fiesta completa en el Camp Nou, con el equipo ya en cuartos de la Copa, en octavos de la Champions y líder incontestable en Liga.
El Barça encadena ya 28 partidos sin perder y Valverde escuchó por primera vez al Camp Nou corear su nombre.
Ficha técnica
FC Barcelona, 5: Cillessen; Semedo, Piqué (Vermaelen, m.46), Mascherano, Jordi Alba; Rakitic, Busquets, Iniesta (Arnaiz, m.62), André Gomes; Messi (Dembélé, m.59) y Luis Suárez
Celta de Vigo, 0: Sergio; Hugo Mallo, Sergi Gómez, Fontàs, Jonny; Lobotka, Wass (Radoja, m.46), Jozabed; Emre Mor, Iago Aspas (Maxi Gómez, m.46) y Pione Sisto (Brais Méndez, m.57)
Goles: 1-0, m.13: Messi; 2-0, m.15: Messi; 3-0, m.28: Jordi Alba; 4-0, m.31: Luis Suárez; 5-0, m.87: Rakitic
Árbitro: Hernández Hernández (Comité de Las Palmas). Sin amonestados
Incidencias: Partido de vuelta de octavos de final de la Copa del Rey disputado en el Camp Nou ante 59.009 espectadores. Antes del encuentro, se exhibieron en el estadio 20.000 pancartas amarillas, repartidas por diversas entidades independentistas, y en las que se pedía la libertad de los políticos catalanes encarcelados