El veterano base Jason Kidd ha querido recordar sus viejos tiempos de encestador y, con un doble-doble de 21 puntos y diez asistencias, ha liderado la victoria de los Dallas Mavericks frente a Los Angeles Lakers para romper una racha de seis derrotas consecutivas.
Kidd, que en los dos partidos anteriores había anotado sólo una canasta de 14 intentos, ha llegado esta vez al American Airlines Center de Dallas con el mejor toque de muñeca y ha anotado ocho de doce tiros de campo para ser el factor ganador de los Mavericks, que tuvieron que superar una desventaja de 11 puntos en la primera parte. Junto a Kidd, que ha logrado su mejor marca de la temporada, el escolta reserva Jason Terry y el alero Shawn Marion también iban a ser factores ganadores para los Mavericks después de conseguir 22 puntos cada uno.
El triunfo del conjunto de Rick Carlisle tiene doble mérito porque lo ha conseguido sin que el alero alemán Dirk Nowitzki fuese factor ganador para el equipo, ya que ha perdido el duelo individual con el ala-pívot español Pau Gasol, que ha sido el líder en ataque de los campeones de liga en la jornada en la que ha llegado a los 13.000 puntos como profesional. Nowitzki se iba a quedar con sólo 14 puntos y ocho rebotes, mientras que el alero serbio Sasha Pavlovic, que sorprendentemente salió como titular, lo apoyaba con once tantos.
La victoria levanta la moral de los Mavericks (27-14), que habían tenido la peor racha desde la década de los 90. El pívot Tyson Chandler, con seis puntos, diez rebotes y dos tapones, ha dido el líder en el juego bajo los aros, donde los Lakers esta vez no impusieron su mayor ventaja y ambos equipos se han quedado con 35 balones capturados por alto. El base puertorriqueño José Juan Barea también ha hecho una excelente labor como reserva al conseguir siete puntos en los 13 minutos que ha estado en pista.
Los Lakers han vuelto a dejar al descubierto que su condición física no es la mejor, que andan con lo justo y que cuando llegan de un partido anterior en el que han tenido altas exigencias, como les sucedió el lunes por la noche ante los Oklahoma City Thunder (101-94), los efectos se hacen sentir.
El equipo de Phil Jackson empezó bien el partido para dominar la primera parte, pero a medida que el juego comenzó a ser más físico, los Mavericks de recuperaron y llegaron al descanso con sólo cuatro puntos por debajo en el marcador (52-56). Pero en el tercer período surgieron unos Mavericks que hicieron de rodillo con su ataque de saque rápido y triples para ponerse con la ventaja parcial de 72-69 que ya no iban a dejar más e incrementaron hasta el parcial de 90-77.
El último cuarto fue de dominio completo de los Mavericks, que siempre respondieron a la reacción de los Lakers(99-90) con cuatro minutos y medio para el final. Nada cambió porque los Mavericks tenían el momento, la inspiración y el acierto en los tiros a canasta, mientras que los angelinoseran un equipo cansado y en el que Kobe Bryant tampoco estuvo por la labor de hacer milagros. Ni siquiera por dar emoción a la recta final del partido.
Aunque Bryant iba a lograr un doble-doble de 21 puntos con diez asistencias, ha sido Pau Gasol, con 23 puntos, el líder del ataque de los Lakers, que bajan su marca a 31-13 y han perdido el segundo partido en los últimos ocho partidos disputados. El de Sant Boi jugó 37 minutos para anotar 11 de 16 tiros de campo y uno de uno desde la línea de personal. Además, capturó cinco rebotes, repartió cuatro asistencias y puso dos tapones.
El alero Lamar Odom ha aportado un doble-doble de veinte puntos y diez rebotes, pero el pívot Andrew Bynum se ha quedado con sólo diez tantos y siete balones capturados bajo los aros.