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Gebrselassie rompe en Berlín el récord del mundo de maratón

El etíope Haile Gebrselassie rompió hoy el récord mundial de maratón al correr la distancia en Berlín en 2:04:26. El récord de Berlín es el vigésimo quinto récord mundial que logra atleta, quien sin embargo, dice que con ello no han terminado sus sueños: "Mis objetivos no terminan aquí. Quiero estar en los Mundiales de Berlín y en los Olímpicos de Pekín", dijo el marathonman, de 37 años de edad. Gebrselassie mejoraba este domingo la marca del keniano Paul Tergat, que había corrido en 2003 el mismo trayecto berlinés en 2:04:55.

El etíope Haile Gebrselassie rompió hoy el récord mundial de maratón al correr la distancia en Berlín en 2:04:26. El récord de Berlín es el vigésimo quinto récord mundial que logra atleta, quien sin embargo, dice que con ello no han terminado sus sueños: "Mis objetivos no terminan aquí. Quiero estar en los Mundiales de Berlín y en los Olímpicos de Pekín", dijo el marathonman, de 37 años de edad. Gebrselassie mejoraba este domingo la marca del keniano Paul Tergat, que había corrido en 2003 el mismo trayecto berlinés en 2:04:55.
L D (EFE) El etíope ya había intentado mejorar el récord del mundo en Berlín el año pasado, pero en los últimos cuatro kilómetros el viento en contra le cortó el ritmo y tuvo que aplazar su objetivo. Este año las condiciones fueron mejores, como el propio Gebrselassie lo dijo al término de la carrera. "El clima era mejor, había más público en el trayecto y había menos viento", dijo Gebrselassie, que considera que ante todo el público le ayudó a imponer la nueva marca. "Tengo que darle las gracias al público, el público fue el que me llevó hasta la meta", dijo el etíope.

La intención de Gebrselassie era imponer un récord mejor que el alcanzado. "Quería estar entre 2:03 y 2:04. Al final fui un poco más lento y le tengo que pedir perdón al público", dijo irónicamente el etíope. Los primeros kilómetros de la carrera ya mostraron que el objetivo de romper el récord del mundo iba en serio. Gebrselassie rompió el grupo desde el comienzo y al pasar el kilómetro 2 ya sólo lo rodeaban las cinco liebres.

Las liebres eran un cuarteto de kenianos de lujo, Wilson Kiger, Peter Kiprotich, Andrew Limo y Rodgers Rop (ganador del maratón de Nueva York) y el etíope Eshetu Wondimu. El kilómetro 5 lo pasaron en 14:43. El ritmo era de récord mundial. Se corría para 2:04, es decir para mejorar en 55 segundos el récord de Paul Tergat. Con ese ritmo, el peligro que había era que se estuviese corriendo demasiado rápido la primera mitad de la carrera. Bien por prudencia o bien porque las fuerzas de las liebres no alcanzaron, el ritmo bajó un poco en los siguientes kilómetros y al pasar el kilómetro 10 se iba en pos de un récord de 2:04:15.

Al pasar por la marca del medio maratón, los cronómetros mostraban 1:02:28 y el ritmo era justo para mejorar el récord mundial de Tergat. Sin embargo, había dudas. El ritmo había ido bajando y la pregunta que flotaba en el ambiente era si Gebrselassie y sus liebres no habían exagerado el paso en los primeros kilómetros. Había que preguntarse además si el etíope iba a tener suficiente fondo, sobre todo para el momento en que las liebres lo dejaran sólo en el trayecto. Cuando Tergat batió el récord del mundo, había tenido la suerte de que Sami Korir lo acompañara hasta los últimos kilómetros. Eso es algo que ayuda psicológicamente mientras un corredor que se queda sólo tiene que hacer un esfuerzo de concentración tremendo para mantener el ritmo que se ha propuesto.

Ya tras la marca del medio maratón dos liebres dejaron la carrera y Gebrselassie se quedó con Rop, Wondimu y Limo. En el kilómetro 30 las últimas tres liebres lo dejaron sólo para que intentese el remate en los últimos 12 kilómetros y 195 metros. El ritmo hace altura de la carrera apuntaba a un tiempo final de 2:05, con lo que Gebrselassie no lograría el objetivo de mejorar el récord mundial. En esas circunstancias, el etíope tenía que acelerar y aceleró, aprovechando un ligero viento a favor que era una especie de indemnización del clima de Berlín al viento en contra con que lo había castigado hace un año.

La galopada solitaria de Haile Gebrselassie este año fue coronada con éxito y ello ya se anunció en el kilómetro 35 cuando los cronómetros estaban en 1:43:38 y el tiempo era claramente otra vez de récord mundial. La plusmarca de la legendaria distancia de los 42 kilómetros y 195 metros había sido el objetivo de Gebrselassie desde que, tras haberlo ganado todo en la pista en los 5.000 y 10.000 metros y haber acumulado récords, había decidido probar suerte en el maratón.

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