(Libertad Digital) Liverpool y Real Madrid fueron el día y la noche en Anfield. El equipo de Rafa Benítez vivió otra de esas jornadas mágicas que le regala este estadio. Todo funcionó en la plantilla 'red'. Por contra, el cuadro de Juande Ramos estuvo irreconocible, lento y falto de ritmo. Una caricatura del equipo que encadenaba victorias en la Liga. A la formación española le fallaron las estrategias y de poco le sirvió apelar a la épica. Las artes del preparador manchego no calaban frente al estratega Benítez.
El equipo español no logró darle la vuelta a la eliminatoria, un objetivo fijado en la víspera por Juande. Vuelve a quedar estancado en esta fase de los octavos de final, que se ha convertido, desde 2005, en una barrera infranqueable para los madridistas. El Liverpool dejó de ser conservador, al contrario de lo que se vio en el Santiago Bernabéu, y volvió a basar su juego en la planificación construida en torno al colectivo en detrimento de las individualidades. Y le dio resultados. Tenía Benítez a Steven Gerrard al cien por cien, siempre dispuesto a crear sintonía en el equipo, a ordenar balones desde el centro, a organizar, a distribuir y a lograr la sintonía de la escuadra local. Orden escrupuloso, colocación, pasión. Fueron las armas del Liverpool. Y más en este templo del fútbol como es Anfield, donde los gritos procedentes de 'The Kop' obran milagros.
El arranque impetuoso del Liverpool se vio casi desde el pitido inicial, cuando los locales lograron el primer córner de la noche con su hombre gol, Fernando Torres. El 'Niño' protagonizó poco después la primera ocasión tras regatear a Pepe, y le siguió el argentino Javier Mascherano, que probó fortuna desde fuera del área con un disparo al que respondió Iker Casillas con una gran parada. El Madrid de Juande se trastabilló durante los primeros compases, asfixiado ante el empuje 'red' y alineado en su área ante las continuas internadas inglesas. Esgrimiendo un fútbol descafeinado, los blancos perdían con facilidad la posesión del balón y trataron de sacudirse la presión el Liverpool optando por balones largos.
El brío inglés tuvo pronto su recompensa. Fue Torres el que desniveló el marcador a los 15 minutos al rematar un pase de Dirk Kuyt mientras los defensas del Madrid pedían falta. El conjunto blanco encadenaba negligencias. Otra falta de Cannavaro a Gerrard que sacó el capitán inglés por poco acaba en tragedia para los de Juande en el minuto 21. Aún sin reponerse del susto, Torres volvía a entrometerse en los feudos de Casillas, que volvió a ser crucial para el equipo visitante. Una pelota que dio en el hombro de Heinze en su área le costó al Madrid un penalti más que discutible que transformó Steven Gerrard para poner el 2-0 (m.27).
La ventaja hizo reaccionar al conjunto de Juande, muy torpe en este primer tiempo a la hora de hilar pases. Y llegó entonces la mejor oportunidad hasta el momento para el Madrid sólo un minuto después, dando la réplica al segundo gol del Liverpool, con un lanzamiento de falta de Sneijder que despejó Pepe Reina. El marcador sirvió de bálsamo a un Liverpool que empezó a relajarse ante la abundancia numérica, mientras el Madrid de Juande no atinaba y se hundía en la trampa de Benítez. En el minuto 41, el Madrid dispuso de otra ocasión de oro perdida. Esta vez, una jugada que inició Lass y que desembocó en los pies de Sneijder para poner en apuros a Reina. Otra falta con Pepe que dejó a Torres en el suelo, con visibles muestras de dolor en el tobillo derecho, hizo temer a 'The Kop' por la salud del atacante madrileño.
La segunda parte comenzó con drama y con Juande Ramos optando por el brasileño Marcelo en lugar de Arjen Robben, inexistente durante todo el partido. Se abrió esta segunda mitad con un golazo del gran Gerrard para hundir en la miseria a un Madrid al que se le terminaban los recursos. No era la noche del equipo español, que malgastó otra oportunidad en el minuto 50 cuando Sergio Ramos puso un centro que remató Raúl muy desviado.
El Liverpool nunca aflojó la presión. Paradójicamente, del equipo madridista sólo se salvó Casillas. Al portero titular de la selección española le tocó frenar más envites de su verdugo pero aquí, con todos los elementos en contra, el equipo de Juande Ramos consiguió crear varias ocasiones, de la mano de Gago y de Sneijder, pero sin frutos. El técnico manchego introdujo un pequeño cambio táctico pero algo tardío. Sacó a Cannavaro para meter al holandés Rafael van der Vaart y ni pudieron lograr el gol de consolación al fallar Sneijder una falta desde la frontal del área grande. Benítez aprovechó la holgura en el marcador para jugar con la alineación, y a veinte minutos del final dio entrada a un canterano, el joven Jay Spearing -en su primer partido europeo- por Steven Gerrard, al que hasta Raúl González despidió con un aplauso. Ovación enorme de la grada al centrocampista inglés.
El Madrid continuaba siendo un coladero. Fue el suplente Dossena -sustituto de Fernando Torres-, a pase de Mascherano, el que remató la carnicería. Juande Ramos no pudo desbaratar la telaraña de Benítez y el templo de Anfield, donde el Real Madrid aspiraba a lograr una remontada épica, acabó convirtiéndose en la tumba de los blancos, que otra vez se han estrellado contra la barrera 'maldita' de los octavos de final.
Ficha técnica del partido
Liverpool, 4: Reina; Arbeloa, Skrtel, Carragher, Fabio Aurelio; Mascherano, Xabi Alonso (Lucas, m.59); Babel, Kuyt, Gerrard (Spearing, m.73); y Torres (Dossena, m.83)
Real Madrid, 0: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Cannavaro (Van der Vaart, m.63), Heinze; Lass, Gago (Guti, m.76), Robben (Marcelo, m.46), Sneijder; Raúl e Higuaín
Goles: 1-0, m.15: Torres; 2-0, m.27: Gerrard, de penalti; 3-0, m.46: Gerrard; 4-0, m.88: Dossena
Árbitro: Frank De Bleeckere (Bélgica). Mostró tarjeta a Pepe (m.18), Heinze (m.27) y Marcelo (m.61), del Real Madrid; y a Gerrard (m.25) y Mascherano (m.42), del Liverpool
Incidencias: Partido de vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio de Anfield ante unos 45.000 espectadores, entre ellos unos 3.000 seguidores del Real Madrid. Lleno