Para Estados Unidos resultaba clave comenzar muy concentrado el partido. Turquía saldría más relajada, pues tenía el trabajo hecho (histórica su participación en una final mundialista), y la presión del Sinan Erdem, repleto hasta la bandera de orgullo turco.
Sin embargo, no existe presión posible para esa maravilla de jugador llamada Kevin Durant. En tres minutos, el tremendo alero norteamericano había anotado dos triples, contaba con ocho puntos, y dejaba claro a los quince mil turcos que le pitaban que eso no le iba a afectar en absoluto (7-12).
La zona decretada por Bogdan Tanjevic desde el primer momento comenzó a ajustarse mediado el primer cuarto, y dos triples de la estrella local, Hedo Turkoglu, pusieron por delante a los otomanos (15-14). Además, un roce entre el propio alero local, y el pívot Tyson Chandler, terminó de encender los ánimos. Turkoglu, que sabe latín, era consciente de que encender al público sería una ayuda crucial ante los americanos.
La zona turca se atragantaba en demasía, y Krzyzewsky tuvo que sacar la artillería. Primero Gordon, y luego un casi inadvertido hasta el momento Curry, saltaron a la cancha. En su primera jugada, el joven escolta de los Warriors de Golden State anotó un triple. El técnico americano había logrado su objetivo de crear dudas en Tanjevic sobre la efectividad de su defensa zonal. Pero el montenegrino insistió en ella, a pesar del parcial de ocho a cero con que Estados Unidos cerró el primer cuarto (17-22).
El segundo cuarto sirvió para ver cómo Turquía bajaba aún más su porcentaje de acierto de cara al aro rival, algo que aprovechó la selección estadounidense para poner tierra de por medio tras dos triples consecutivos del de siempre, Kevin Durant (24-34). Pese a los esfuerzos de Turkoglu, el único local claramente acertado, todo hacía indicar que este era el Mundial del joven formado en Texas. De hecho, al descanso, todo apuntaba a que la fiesta del baloncesto en Estambul tendría un ganador del continente americano (32-42).
Ante la complicada situación, Tanjevic salió en la segunda parte con el recurso que ensayara en cuartos de final ante Eslovenia, jugar con cuatro hombres altos: Gonlum, Asik, Turkoglu e Ilyasova, pero dos triples de Kevin Durant nada más arrancar cayeron como un mazazo en la moral otomana (32-48). La ventaja visitante llegó a los dieciocho puntos, pero los triples de Arslan rescataron la esperanza en Estambul (41-52). Todo ello, con Turkoglu, castigado por Tanjevic, sentado en el banquillo. Los buenos minutos de los pívots turcos, Erden y Gonlum, solaparon en buena medida el mal día de un precipitadísimo Ilyasova, y mantuvieron la llama de la ilusión en el Sinan Erdem tras treinta minutos (48-61).
Pese a la vuelta de Turkoglu al parqué, siete puntos casi consecutivos de Lamar Odom terminaron de cerrar la llave al milagro turco (52-74). Los últimos minutos del partido sólo sirvieron para certificar el triunfo visitante, y para que Turquía recibiera el merecido homenaje por parte de su entregada afición, que cantó sin cesar hasta el bocinazo final, pese al contundente marcador definitivo
Así pues, Estados Unidos recupera el cetro de la hegemonía del baloncesto mundial, de manos del anterior poseedor, España, vencedora en Japón 2006. Los NBA han dominado de cabo a rabo este torneo, y se lo llevan con total merecimiento, tras apenas sufrir en sólo un partido, ante Brasil en la primera fase de la competición. Por su parte, su gran estrella, Kevin Durant, confirma que las expectativas puestas en él eran más que justificadas, y reclama su posición como lo que va a ser si nada lo remedia: un jugador para la historia.
Ficha técnica
Turquía, 64: Tunceri (7), Onan (7), Turkoglu (16), Ilyasova (7), y Asik (5) –cinco inicial-, Guller (0), Gonlum (4), Savas (3), Arslan (6), Erden (9), Akyol (0), y Ermis (0)
Estados Unidos, 81: Rose (8), Billups (4), Iguodala (4), Durant (28) y Odom (15) –cinco inicial-, Curry (3), Gordon (0), Westbrook (13), Gay (6), Chandler (0), Love (0), y Granger (0)
Árbitros: Maranho (Brasil), Arteaga (España), y Lamonica (Italia). Sin eliminados
Pabellón: Sinan Erdem (Estambul). Lleno a rebosar con unos 15.000 espectadores