Al final, Fabio Capello decidió cargarse a Robert Green tras el error que permitió el empate ante Estados Unidos y entró "Calamity" James, un portero menos fiable si cabe. En el lado argelino también se pagan caros los errores y el meta Chaouchi dejó su plaza en la portería a M´Bohli, que pasó el examen con nota.
Inglaterra estuvo lamentable durante todo el encuentro y tiene una de las mejores plantillas del campeonato. Capello dejó a Milner en el banco por el talentoso Barry, pero los pross siguen sin jugar nada al fútbol y, lo que es peor, no llegan a la portería contraria ni a empujones, pese a contar con Gerrard y Lampard, dos de los mejores "llegadores" del mundo.
Los primeros 45 minutos fueron decepcionantes en todos los sentidos. Ante un rival menor, Inglaterra no fue capaz de crear ni una sola ocasión clara de gol. Únicamente lo intentaba con disparos de media distancia a los que respondía con seguridad el meta magrebí. Sólo inquietaba la presencia de Rooney en ataque, pero estuvo desasistido y desacertado durante el choque.
Por parte argelina era un quiero y no puedo. Mantuvieron una buena actitud defensiva y siempre intentaban sacar el balón jugado, algo que se les agradece. Sin embargo, su indolencia y su falta de calidad se hacía evidente en los últimos metros y apenas inquietaron a James.
En la segunda parte nada cambió. Inglaterra continuaba igual de lamentable que en el primer acto. Ni siquiera Gerrard era capaz de aprovechar los regalos del equipo argelino. Y mucho menos lo podía aprovechar Heskey, un delantero mediocre que ya no debería tener sitio ni en una convocatoria de los veteranos ingleses.
Ambos equipos parecían que daban por bueno el empate y poco hicieron por ganar el encuentro. Entre bochorno y bostezos finalizó el partido sin ver las porterías. Tanto Inglaterra como Argelia llegan a la última fecha con opciones de clasificación, pero han dejado pasar una buena oportunidad de acercarse a octavos.
Sobre todo, el caso es más sangrante en caso de los ingleses. Con un gran potencial y ante un rival mediocre, no fueron superiores ni buscaron con ahínco el gol, pese a meter en los últimos minutos a Defoe y a Crouch para ver si llovía del cielo algún gol. No llegó. Ahora deberán vencer al líder de su grupo, Eslovenia, para avanzar de fase.