La carta, que reproduce este miércoles el diario Marca, comienza destacando el éxito de Solidaridad Catalana por la Independencia, el partido de Laporta, en las elecciones catalanas del pasado 28 de noviembre.
A continuación, el abogado recuerda su gestión como presidente del Barcelona. "Durante siete años puse a disposición del club todos los esfuerzos y la máxima dedicación para construir un modelo de club que ha generado éxitos deportivo, económicos y sociales", escribe un Laporta que también se jacta de haber generado "el mejor Barça de la historia", cuya construcción "no es fruto del azar".
El dirigente pasa a la carga y arremete contra Sandro Rosell y su Junta directiva: "Con todo, y muy tristemente, la actual Junta Directiva que nos ha sucedido, apoyada por grupos políticos, económicos y mediáticos, ha tratado de desvirtuar nuestra gestión con prácticas indecentes contra mis compañeros de Junta y, especialmente, contra mi persona".
"Estos ataques, fruto del rencor", agrega, "han intentado perjudicar mi reputación y mi carrera política, lo que, vistos los resultados electorales, afortunadamente no han prosperado". En cualquier caso, Laporta advierte que no piensa quedarse cruzado de brazos: "Hemos emprendido acciones judiciales en defensa de nuestros legítimos intereses y estoy seguro de que la justicia restituirá la honorabilidad que algunos han pretendido poner en duda".
Joan Laporta sigue criticando a Rosell: "Me decepcionó, no me inspiraba confianza. Su actitud era inmadura y demostró tener muchos celos. Cuando se fue con un grupito de directivos que ahora están con él, dijo que sería el Apocalipsis, el desierto". Además, denuncia que el hoy presidente barcelonista "quiso vender a Xavi, Víctor Valdés y Puyol porque decía que no eran ganadores. El primer año también quiso echar a (Frank) Rijkaard".