Sin duda, una de las imágenes del intenso partido entre el Granada y el Barcelona fue el enfado mayúsculo de Leo Messi con su compañero David Villa. En el minuto 44 de la primera parte, el Guaje controla un balón dentro del área, sirve para el argentino, pero su pase es defectuoso, toca en un defensa del Granada y Messi no lo puede controlar.
Entonces, con 0-0 en el marcador y con Messi inédito, el argentino entra en cólera. Sus palabras y, sobre todo, sus gestos delatan a La Pulga. El argentino recrimina a Villa su pase. Éste no se calla y contesta al crack argentino. En ese momento, tiene lugar una imagen poco normal en el fútbol y ambos compañeros se enzarzan en una discusión.
El argentino estaba expresamente irascible en el choque de anoche. En la segunda parte, Messi también se encaró con el defensa del Granada Íñigo López. Tuvo que mediar el mediocentro Iriney para tratar de poner paz. El argentino no tuvo su noche.
Tras el partido, y con los rumores que apuntan a una mala relación entre Messi y Villa –y en general entre el crack argentino y todo jugador capaz de hacer sombra- fue La Pulga el que desmintió en Barça TV este hecho: "No tengo ningún problema con el Guaje". El argentino continuó diciendo que los problemas no hay que buscarlos "donde no los hay". Para concluir, Messi ha calificado lo ocurrido de "cosas del partido" y lo justificó en "la tensión de hacer el primer gol para que todo fuera más fácil".
Este suceso tampoco pasó desapercibido para Tito Vilanova, que reconoció en rueda de prensa que no le gustó: "Forma parte del fútbol, los que hemos jugado sabemos que eso pasa. No digo que me guste, pero demuestra que es un equipo que tiene ganas de seguir ganando", ha señalado.