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Baptistao da la victoria al Rayo ante un Mallorca en crisis

El cuadro de Caparrós no gana desde la quinta jornada, cuando se impuso al Valencia. Desde entonces ha firmado siete derrotas y un empate.

El cuadro de Caparrós no gana desde la quinta jornada, cuando se impuso al Valencia. Desde entonces ha firmado siete derrotas y un empate.
Piti golpea el balón ante la presión de Michael Pereira. | EFE
El Rayo se ha llevado los tres puntos (2-0) cuando todo hacía presagiar que el duelo de Vallecas acabaría en tablas. Los goles de Leo Baptistao en el minuto 87 y Delibasic, en el 89, dejaron al Mallorca sin oportunidad para reaccionar. El equipo de Joaquín Caparrós encaja así su octavo tropiezo consecutivo desde que en la quinta jornada se impusiera en casa al Valencia por 2-0. Desde entonces todo ha sido derrotas salvo el empate que firmó la pasada jornada en Balaídos frente al Celta (1-1).
 
En el duelo esta tarde en Vallecas, Piti pudo abrir el marcador con un remate de cabeza a los 34 minutos. A modo de réplica, seis más tarde, el Mallorca tuvo la ocasión más clara de la primera mitad tras un error del guardameta madrileño David Cobeño, al que le robó el balón Hemed. El israelí se lo pasó a Giovani, el mexicano a Michael Pereira y el remate del francés se marchó alto.

En la segunda mitad, los de Caparrós enlazaron un par de jugadas de peligro por el costado derecho. Una de ellas terminó con un disparo a la cruceta de Pereira que a punto estuvo de significar el primer tanto del partido. Esa acción supuso un toque de atención para el Rayo, que decidió ir a por la victoria, mientras que los visitantes renunciaban al ataque y a la posesión.

A tres minutos para el final, Leo Baptistao recogió el balón en la frontal del área y su derechazo se alojó raso en la meta rival. Dos minutos después, en el 89, el conjunto franjirrojo anotó el segundo tanto por medio de Andrija Delibasic, que sólo tuvo que empujar a puerta vacía un balón cedido por Leo dentro del área.

El Valladolid toma aire

En Zorrilla, el Real Valladolid ha derrotado al Granada (1-0) gracias a un gol de Manucho en el minuto 63, instantes después de que el duelo perdiese momentáneamente la rigidez que había acusado en la primera parte y el inicio de la segunda.

El tanto llegó tras sendas ocasiones falladas por Manucho y Ebert ante la portería de Toño. Pero el angoleño sí acertó después en un buen pase interior de Óscar. Fusiló sin pensárselo al meta del conjunto andaluz y estableció el 1-0 justo cuando más cerca estaba de merecerlo el Valladolid.

El cuadro de Juan Antonio Anquela lo intentó en la última media hora, pero se mostró incapaz de reponerse de este golpe al encontrarse falto de fuelle ante un equipo, el de Miroslav Djukic, que no perdió la fiabilidad en los últimos minutos del partido.

Aburrido empate en Anoeta

El encuentro que abría la decimotercera jornada de Liga, este viernes en Anoeta entre la Real Sociedad y el Osasuna (0-0), enfrentaba a dos conjuntos al alza, con seis y cuatro puntos obtenidos en las dos últimas jornadas, respectivamente. El cuadro de Philippe Montanier busca los puestos europeos, mientras que los navarros están muy apremiado por su clasificación en la parte baja de la tabla.

El partido empezó pleno de ritmo con un Osasuna enchufado que dio algún susto a Claudio Bravo en los primeros minutos por medio de Kike Sola. Los locales se desperezaron y bordearon la meta de Andrés Fernández que estuvo a punto de encajar gol en un remate a la carrera de Carlos Vela que el cancerbero osasunista acertó a despejar.

El juego se vino abajo según transcurría el choque, primó el centro del campo y un fútbol intenso pero feo para los aficionados de Anoeta. Los realistas, tras su exhibición del lunes ante el Rayo, parecieron acusar el cansancio y jugaron posiblemente el peor partido en casa de la temporada, lo que dio opciones a que Osasuna se fuera creciendo.

Los cambios introducidos por Montanier en la segunda mitad en busca de los tres puntos no dieron su fruto porque los rojillos tenían mecanizados sus movimientos defensivos e impidieron que la Real llegara con claridad a su área. Agirretxe tuvo en sus botas el gol del triunfo en el último minuto en un balón al que no llegó por escasos centímetros.

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