La imagen que ofreció Diego Costa en el Santiago Bernabéu fue lamentable. Y no precisamente por su juego -de hecho, ejecutó la mejor jugada colchonera en todo el partido-, sino por sus ansias de desquiciar a los blancos; por confundir lucha y brega con marrullería. El brasileño se peleó con todos, aunque fue con Sergio Ramos con quien libró la mayor batalla.
El delantero y el central se encontraron desde el primer minuto. Fueron varios los choques, las patadas, los recaditos, los encaramientos... entre los dos futbolistas. Casi siempre, por culpa del brasileño, que voluntariamente o por alguna consigna trató de sacar en todo momento del partido a su rival.
Sin embargo, la acción más polémica del partido tiene una cara B que muy pocos pudieron ver durante el partido. Todas las cámaras captaron cómo Diego Costa, ya en la segunda mitad, lanzaba un salivazo a Ramos de una manera sutil: se escupió en la mano, y se lo envió al central, que estaba tan cerca que casi le dio con la mano en la cara.
Pero muy pocos vieron que unos instantes antes había sido el futbolista del Real Madrid quien había escupido al brasileño, de una manera más directa. Las imágenes fueron captadas en exclusiva por las cámaras de Cuatro, y este domingo han salido a la luz.
Al terminar el encuentro, los dos futbolistas se dieron un abrazo. En Zona Mixta, Sergio Ramos afirmó que eso se queda en el campo, que tampoco había que darle mayor importancia y, sobre el escupitajo, ironizó afirmando que se había "duchado bien".
Pero la imagen ofrecida por los dos futbolistas fue bastante deplorable. Sobre todo, la de Diego Costa, que estuvo todo el partido rayando la ilegalidad, incluso superándola, y se marchó incomprensiblemente sin ver la cartulina. Pero también la de Ramos, porque a pesar del colosal encuentro que se marcó, terminó cayendo en la trampa del brasileño, con una antideportiva acción que, de haber sido vista por el colegiado, hubiera supuesto su expulsión.