El Zaragoza coge aire a costa de un flojo Rayo

Sexta victoria de la temporada del Real Zaragoza. Los maños, con goles de Zuculini en la primera parte y de Apoño a la hora de partido, han ganado con total merecimiento (0-2) a un Rayo Vallecano que no logra su objetivo de acercarse a los puestos europeos. Fue un encuentro especial para José María Movilla, que regresaba a Vallecas para medirse a un Rayo en el que jugó durante tres temporadas. El veterano jugador de Leganés, de 37 años, volvió a manejar a la perfección el centro del campo zaragocista junto a Apoño, y ahí estuvo una de las claves de la victoria maña.

El inicio resultó un tanto frío, con demasiado respeto por parte de los dos equipos, pero enseguida se animó el partido con dos claros avisos de Montañés: el primero con un remate cruzado dentro del área, salvado por Jordi Amat in extremis, y el segundo con una peligrosa llegada al área, tras una gran jugada individual de Hélder Postiga, aunque Cobeño terminó por salvar los muebles. Pero nada pudo hacer el meta de Móstoles cuando, a los 20 minutos, Zuculini aprovechaba un gran pase de Movilla, habilitando al argentino de primeras tras hacerse con un rechace en la frontal del área, para batirle con un remate raso y cruzado que se coló junto al palo derecho.

El Rayo trató de reaccionar, especialmente por medio de Leo Baptistao, Chori Domínguez y Lass Bangoura, pero lo hizo tímidamente, sin llegar a inquietar realmente a Roberto y a la sólida defensa maña. Es más, el Zaragoza dio la sensación de tener controlada la situación y dispuso de alguna que otra oportunidad más para haber ampliado su ventaja, como un remate blando de Víctor dentro del área, tras una gran acción de Zuculini.

Apoño sentencia

Más de lo mismo en el arranque de la segunda mitad, aunque esta vez el Rayo sí conseguía llevar algo más de peligro, especialmente por medio de un activo pero desafortunado Lass. También Trashorras se sumó a la ofensiva local con una peligrosa volea desde la frontal del área con la que a punto estuvo de sorprender a Roberto. El Rayo pareció ir a por el empate pero lo que acabó llegando fue el 0-2, obra de Apoño. Zuculini, uno de los mejores de la noche y que acabaría lesionándose, protegió con maestría un balón ante Amat y dejó que fuera Apoño quien lo enganchara en la frontal para batir a Cobeño con un zurdazo inapelable.

Fue la sentencia al partido, aunque si por algo es conocido el Rayo es porque no se rinde y Paco Jémez, por su valentía. El técnico canario lo fió todo al ataque, dando entrada a Delibasic, Nicki Bille y Arana, pasando a jugar con una defensa de tres en los últimos minutos. Pero a los vallecanos les faltó fe ante un rival que nunca vio peligrar su renta, básicamente porque se mostró muy sólido en defensa y también, cabe destacarlo, porque tiene a un porterazo como Roberto Jiménez, que le sacó una mano espectacular a Tito.

En los últimos minutos, en los que el Rayo trató de acortar distancias con las fuerzas muy justas, Undiano Mallenco también fue protagonista al tragarse una clara mano de Gálvez dentro del área ante la llegada del siempre luchador Hélder Postiga.