Gareth Bale no está viviendo el inicio de temporada que esperaban los aficionados del Real Madrid. Después de haber cuajado una buena pretemporada, el galés ha sumado cuatro goles en lo que va de Liga pero está lejos del nivel que mostró en la recta final de la pasada temporada. Los goles han enmascarado un rendimiento demasiado irregular en comparación con el rendimiento de futbolistas como Cristiano Ronaldo.
El exjugador del Tottenham desaparece durante los encuentros y ha perdido participación en el juego. Carlo Ancelotti le reclama más responsabilidad en la elaboración e, incluso, ha meditado probarle en el centro del campo en la posición en la que actuaba Di María. Le exige más trabajo defensivo. A pesar de que ha desarrollado gran parte de su carrera como lateral ha dejado de perseguir a los rivales y su compromiso a la hora de recuperar el balón se ha reducido.
Hace tiempo que el galés dejó de mirar hacia atrás para solo hacerlo hacia adelante y, en esa transición, el Real Madrid ha perdido poderío a la hora de ordenarse y recuperar el balón. El técnico quiere que Bale dé un paso adelante, se involucre más en el juego y deje de apostar únicamente en su enorme potencia para ocultar carencias.