Después de que las negociaciones para la renovación de Dani Alves se hayan roto roto definitivamente, el Barcelona se encontrará la próxima temporada con un agujero en el lateral derecho de difícil solución, en un año en el que no podrá afrontar ningún fichaje debido a la sanción de la FIFA.
A pesar de las críticas recibidas en los últimos meses por su rendimiento, el brasileño ha sido el titular indiscutible de ese carril y ha gozado de la total confianza de Luis Enrique. Con su salida, el asturiano tendrá que encontrar una alternativa para ocupar su hueco. En la plantilla cuenta con dos laterales derechos más, Montoya y Douglas, pero ninguno de los dos cuenta para el técnico.
En el caso de Montoya, esta temporada apenas ha contado con minutos desde que Luis Enrique se hizo con las riendas del equipo. A pesar de que el canterano fue indiscutible para él cuando dirigía el Barcelona B, su papel en el primer equipo ha sido mínimo, estuvo a punto de salir en el pasado mercado invernal y todo apunta a que este verano podría hacer las maletas.
Si Montoya ha tenido pocos minutos, lo mismo se puede decir del brasileño Douglas Costa, que llegó para heredar el puesto de Alves y ha dejado claro con sus actuaciones que su nivel está muy lejos del que exige el Barcelona. La última opción que ha manejado el cuerpo técnico últimamente es la posibilidad de reconvertir a Pedro en un carrilero de largo recorrido y probar el rendimiento del canario en esa posición.
Sin embargo, Pedro parece cada vez más decidido a cambiar de aires ante la falta de minutos y podría ser otro de los hombres que abandone la disciplina del equipo. El Barça se encontrará con un enorme agujero en el lateral derecho de difícil solución que se puede convertir en el primer quebradero de cabeza del equipo la próxima campaña.